La Guardia civil halla asesinada a la joven desaparecida en Málaga
La Guardia Civil encontró alrededor de las 11.30 de ayer el cuerpo sin vida de Ana Elena Lorente, escondido en un lugar recóndito a 10 metros del río Guadalhorce, debajo de un sombrajo construido en un cañaveral y a dos kilómetros de donde desapareció el domingo por la mañana. Venía de pasar la noche con sus amigos en la romería de la Virgen de Flores, en Álora (Málaga). La joven, de 20 años, fue encontrada vestida, con un golpe en la cabeza y un corte en el cuello. No había señales en su cuerpo de abuso sexual. Los vecinos dicen que el asesino tiene que conocer la zona.
Marca de sangre
Ana Elena había desaparecido el domingo poco antes de las siete de la mañana 7.00, camino de un olivar en pendiente que hay debajo del llano de la Ermita de Flores, donde los jóvenes que asistían a la fiesta acudían para orinar. Nadie la volvió a ver con vida. Dos kilómetros más abajo, por caminos y arroyos secos, entre fincas llenas de naranjos y limoneros, está el paraje conocido como Los Aneales, en la ribera del río Guadalhorce.Allí, en un cañaveral salvaje frecuentado por ganaderos, cazadores y jóvenes que van a bañarse apareció el cadáver de la joven, a quien sus amigos llamaban Elena. De su ropa sólo le faltaba la chaqueta vaquera, que sus compañeros afirman no se quitó en toda la noche del sábado. Estaba vestida con la misma camiseta rosa y falda blanca que llevó a la fiesta. También tenía los zapatos y la ropa interior. No había signos externos de abuso sexual.
Chaqueta y móvil
La fallecida presentaba una marca de sangre tan grande en el cuello, que al principio se pensó que había sido degollada. Incluso buscaron en el río algún gollete de botella que pudiera haber servido de arma homicida. Alguna fuente dijo que presentaba una herida en el pecho. Pero lo fundamental fue un fuerte golpe. "No se sabe nada hasta que no se haga la autopsia", afirmó ayer el subdelegado del Gobierno, Carlos Rubio.Los agentes de la Guardia Civil que han realizado la búsqueda y encontrado el cadáver se inclinan a pensar que "lo que haya pasado, ocurrió allí", en referencia a que no parece que el cuerpo fuera trasladado después de la muerte.
¿Cómo pudo ocurrir? "No está claro. Una discusión, agarrones, un mal golpe...", añade Rubio. Los detalles sobre la causa de la muerte se sabrán cuando se practique la autopsia. El cadáver de la chica fue levantado por el sustituto del Juzgado de Instrucción número 1 de Málaga, Pedro Molero, hacia las cuatro de la tarde, y llegó al cementerio de la capital, en donde vivía la familia, a las cinco menos cuarto. Fue depositado en una cámara por orden del juez, que ha decretado el secreto del sumario. Hoy se le practicará la autopsia. Su entierro está previsto en Álora. El Ayuntamiento de la localidad decretó tres días de luto oficial.
El lugar donde fue encontrado, en el punto más bajo del valle, está unos 100 metros al norte de la vía del tren Málaga-Córdoba. Más al sur, a unos 700 metros, atravesando plantaciones de cítricos, está la carretera que va de Álora al pantano del Chorro. Subiendo por olivares, a casi dos kilómetros, su punto de partida. El domingo la búsqueda se paró en la carretera, y el lunes en la vía del tren. Ayer, las batidas en círculos de los guardias civiles dieron con el cadáver.
Se supone que éste fue también el camino que hizo Elena en la fatídica mañana del domingo. Algunos lugareños sostienen que pudo ser llevada en coche hasta el mismo paraje de Los Aneales, "pero para eso el asesino tiene que conocer muy bien la zona, tiene que ser alguien de aquí, porque ni siquiera todos los habitantes de Álora conocen este sitio".
Un vecino, José Díaz, afirma que el domingo, entre las 16.00 y las 18.00, estuvo con sus siete perros de caza en el lugar donde fue encontrado ayer el cadáver: "Entré dentro del sombrajo y había una mesa de plástico blanca, así, puesta de pie, pero la chica no estaba, si no mis perros la habrían olido", contó a los agentes de la Guardia Civil.
La mesa en cuestión fue encontrada en la mañana de ayer boca abajo; la joven estaba delante. Sin embargo, los investigadores no dan mucho crédito a esta información. "Pudo entrar y no ver nada", sostuvo un sargento. Otros cazadores pusieron en cuestión "la capacidad de unos perros de caza para oler animales distintos a los que están entrenados o carne putrefacta".
En el río, dentro del agua, los agentes judiciales rescataron la chaqueta vaquera que vestía la muchacha la noche del sábado y su bolso, dentro del que se encontraba su teléfono móvil, con el que su padre y su madre esperaban en la mañana del domingo a que Elena les llamara para volver al pueblo desde la explanada de la Ermita, situada a unos tres kilómetros. Agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) que investigan en Málaga el asesinato de Rocío Wanninkhof participarán en este caso. El subdelegado del Gobierno destacó que esta muerte es "radicalmente distinta" a la de Wanninkof. La secretaria general andaluza de Asuntos Sociales, Concepción Dancausa, pidió que los asesinos reciban "un castigo ejemplar".
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