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Rato afirma que España está en condiciones de soportar la gravedad de la crisis petrolera

El descontrol del petróleo va a hacer mella en la economía española, al contrario de lo que ocurrió en 1998, cuando España consiguió sortear la crisis económica sin apenas repercusión. Así lo reconoció ayer el ministro de Economía, Rodrigo Rato, en un encuentro con empresarios. Horas antes había admitido en el Senado que la crisis del petróleo existe, pero que España cuenta con dos armas para capearla: un crecimiento económico del 4% y un déficit público inferior al 0,4% del PIB para este año.

El descontrol del petróleo va a hacer mella en la economía española, al contrario de lo que ocurrió en 1998, cuando España consiguió sortear la crisis económica sin apenas repercusión. Así lo reconoció ayer el ministro de Economía, Rodrigo Rato, en un encuentro con empresarios. Horas antes había admitido en el Senado que la crisis del petróleo existe, pero que España cuenta con dos armas para capearla: un crecimiento económico del 4% y un déficit público inferior al 0,4% del PIB para este año. Admitió que la inflación es el principal fallo en sus previsiones."España sorteó la crisis financiera de 1998, que fue notable y la oposición ni se enteró; pero de ésta de las gasolinas sí nos daremos cuenta", dijo Rato. En la actual escalada de precios del petróleo, "todos nos daremos cuenta, pero se superará". Auguró un escenario de precios del petróleo "elevados" en los próximos meses, entre otros factores por la llegada del invierno, con un mercado sujeto a una alta "volatilidad". Éste fue el diagnóstico que lanzó ayer el vicepresdente ante un grupo de empresarios en la entrega de premios del Club de la Energía. Según Rato, es importante que España sortee la crisis del petróleo robusteciendo el sector energético y logrando una mayor competencia en el sector.

Rato lanzó esta previsión ante la Comisión de Economía del Senado que, con su comparecencia inauguró ayer el curso político tras las vacaciones. El ministro cree que la mejor salida a esta situación no es "la apuesta por la catástrofe" que calificó de "equivocada". Rato explicó que España se enfrenta a esta escalada de precios en mejor situación que otros países. La economía crecerá más de un 4% al finalizar el año, se mantiene un alto ritmo de creación de empleo, las exportaciones se han recuperado y el déficit público se reducirá más de lo previsto, por debajo del 0,4% del producto interior bruto (PIB). Las previsiones iniciales situaban el crecimiento de la economía en el 3,7% y el déficit en el 0,8% del PIB, aunque ya fueron modificadas el pasado julio.

Aparte de esgrimir estos pilares económicos, el Gobierno tiene otra receta para reducir la incidencia de los precios del petróleo en los bolsillos de los ciudadanos. "Nuestro criterio es no incentivar el consumo de petróleo", señaló ayer el vicepresidente del Ejecutivo ante la Comisión de Economía del Senado. Rato reconoció que este criterio puede ser discutible, pero lo defendió como la estrategia del Gobierno frente a la crisis energética.

El problema que continúa ensombreciendo la economía española es la inflación, cuyo dato de agosto se conocerá hoy. Rato admitió ayer que el descontrol de los precios ha sido "el fallo más importante en las previsiones del Gobierno", pero se esforzó por buscar elementos en la economía española que han actuado en favor del poder adquisitivo de los españoles, como la bajada de precios de la factura telefónica.

El ministro confirmó que la inflación superará "casi con seguridad" la barrera del 2% fijada por el Banco Central Europeo. No obstante, Rato insiste en mantener el objetivo de inflación española en esa cifra, al menos para 2001, y queda pendiente de conocer cuál será la nueva previsión para 2000.

Diferencial con Europa

Como no todos los males del índice de precios al consumo (IPC) español obedecen a los precios del petróleo, Rato ofreció ayer otro culpable del repunte inflacionista: los precios del turismo, que aumentaron en julio un 5,8% con respecto al mismo mes del año anterior. Este fenómeno explica, según Rato, que el rebrote de la inflación no sólo se produce como consecuencia de la falta de liberalización, sino que sectores con tanta competencia como el turístico también están aquejados de este mal.Dentro del riesgo que comporta una subida desenfrenada de los precios, Rodrigo Rato señaló que el principal problema de la inflación en España es el diferencial con la UE, es decir, lo que se aleja la economía española del resto de los países comunitarios al subir sus precios en una proporción diferente. El último dato de inflación en la zona euro se situó en el 2,4%, mientras que la española armonizada ascendía al 3,7%. "El riesgo es que este problema se pueda trasladar a la economía en general", advirtió Rato, que anunció medidas para evitarlo.

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