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La falta de profesores lastra el inicio del curso escolar en el Reino Unido El Sindicato de Maestros cifra en 4.000 los puestos vacantes en Inglaterra y Gales

Isabel Ferrer

Este curso hay cerca de 4.000 plazas vacantes de profesores en colegios estatales de primaria y secundaria de Inglaterra y Gales, en especial para impartir asignaturas como matemáticas e idiomas, según un estudio patrocinado por el Sindicato Nacional de Maestros. La escasez de docentes es la peor de la última década, pero el Gobierno no lo ha advertido aún porque los directores han tratado de cubrir las plazas vacías con contratos temporales a profesores traídos de Australia y Nueva Zelanda, suprimiendo materias del programa o aumentando el número de alumnos por clase.

Salario más alto

Aunque el problema de las vacantes se repite todos los años, esta vez las escuelas han tenido que hacer verdaderos esfuerzos para no dejar cojo el programa de estudios. En la primaria, el mayor escollo ha sido encontrar maestros capacitados para llevar a toda una clase durante el curso escolar completo. En Londres, una de las zonas más afectadas, hay centros que han llenado su sala de profesores con suplentes. Maestros retirados y hasta algunos sacerdotes locales han sido llamados para enseñar, entre otras cosas, ciencias y religión. En la secundaria la situación es todavía más grave. Asignaturas como matemáticas, idiomas, física, diseño y tecnología, y economía doméstica suelen ser difíciles de cubrir y las escuelas han tomado medidas radicales para no cerrar las aulas. "Mientras estés seguro de que no van a matar al alumno, les contratas. La cuestión es poner a alguien a tiempo al frente de la clase", ha dicho uno de los directores, que prefiere mantenerse en el anonimato. Desesperados por la falta de maestros autóctonos, tanto él como muchos de sus colegas, han debido desplazarse hasta Australia y Nueva Zelanda para encontrar lo que buscaban. La tradición educativa de ambos países es similar a la británica y no hay barreras lingüísticas, de modo que sólo en el distrito londinense de Croydon habrá este año una treintena de maestros procedentes de la Commonwealth.

Según el estudio de los sindicatos, llevado a cabo en unas 900 escuelas de primaria y secundaria por el Centro de Educación y Empleo de la Universidad de Liverpool, este tipo de contratos distan de ser ideales. Uno de los elegidos obtuvo la plaza después de una entrevista telefónica de 20 minutos. "Fue un acto de fe", admitió el director que habló con el maestro, que tampoco quiso dar su nombre a los investigadores para evitar roces con el servicio de inspecciones del Ministerio de Educación. Al igual que sus colegas, no tuvo reparos en admitir que sin la ayuda de los australianos no hubieran podido salir del atolladero. Para no perder al candidato, algunos les pagaron el billete de avión a Londres y hasta les buscaron un alojamiento barato en la ciudad.

Para los sindicatos, el problema tendría fácil solución si el Gobierno aumentara los salarios de los maestros primerizos en el sector público. Éstos cobran ahora hasta 5.000 libras menos (1.325.000 pesetas) que sus homólogos de centros independientes (financiados sólo en una pequeña parte por el Estado) al iniciar su carrera. En asignaturas como las matemáticas, ni siquiera una oferta económica más sustanciosa ha salvado sin embargo la situación. Como cada vez hay menos estudiantes de secundaria que escogen la asignatura para el curso puente de dos años que da acceso a la universidad, los profesores de matemáticas escasean hoy en todo el Reino Unido. La preparación de los que ayudan en la primaria es además deficiente, y muchos no se atreven a refrescar sus conocimientos por miedo a ser despachados, según un informe del King's College de Londres.

"Cuando la economía va bien, reclutar maestros es complicado. Sigue siendo una profesión mal pagada, pero con las nuevas becas de 1,5 millones (de pesetas) para prepararles y los cheques de bienvenida de hasta 2,5 millones (de pesetas) las tradicionales vacantes deberían quedar cubiertas en poco tiempo", ha asegurado Estelle Morris, secretaria de Estado laborista para las Escuelas.

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