Expertos constatan que los nacionalismos se fundamentan desde datos sesgados
El Centro Andaluz de Arqueología investiga los archivos iberos
La fundamentación de los nacionalismos a partir del modelo del idealismo alemán (que predicaba el alma de los pueblos) se ha hecho en la mayoría de las ocasiones sobre la base de datos históricos utilizados de manera interesada o sesgada por los políticos de turno de la época. Esa es la principal conclusión del trabajo de investigación que sobre archivos iberos han realizado expertos del Centro Andaluz de Arqueología Ibérica. Las conclusiones de esta investigación se han presentado esta semana en la sede Antonio Machado de la Universidad Internacional de Andalucía de Baeza (Jaén).
El trabajo del Centro Andaluz de Arqueología (CAA), integrado dentro del programa comunitario Área, va a ser divulgado la próxima semana en Lisboa en el encuentro anual de la Asociación Europea de Arqueólogos. En colaboración con varias universidades del país, la Real Academia de la Historia y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (Csic), la investigación promovida desde Andalucía ha permitido descifrar hasta el momento 90 archivos de arqueología ibera que van a ayudar a conocer un poco más sobre los orígenes de Europa y sus nacionalidades.Arturo Ruiz, catedrático de Arqueología de la Universidad de Jaén y director del CAA, ha explicado la relación entre los archivos de la época ibérica y la justificación de los nacionalismos. Fue a finales del siglo XIX, coincidiendo con las excavaciones realizadas en esa época y la crisis de identidad de la sociedad española tras la pérdida de Cuba y Filipinas, cuando cambió el modelo de nacionalismo que imperaba hasta entonces. "Se abandonó", subraya Ruiz, "el modelo de la Constitución de 1812 que consideraba la nación como el resultado de un pacto entre ciudadanos, y se pasó al modelo del idealismo alemán, que predicaba el alma de los pueblos para legitimizar la existencia de esa nación".
Pero es a partir de ahí cuando surgen las interpretaciones interesadas de la historia. Arturo Ruiz cita como ejemplo el caso del político catalán Prat de la Riva que situó el origen de Cataluña en los iberos al conocer que ellos habían sido los autores de los dólmenes. Los abusos de los datos arqueológicos han continuado en el siglo XX. Según la investigación del CAA, tras la guerra civil la identidad española tenía distintas interpretaciones: los autores próximos a la Falange la situaban en la orilla de los celtas, "por su mayor proximidad con los nazis", según Ruiz, mientras que los escritores del integrismo católico defendían que los iberos eran el origen de España. Esas discrepancias llegaron incluso a ser el origen de un conflicto entre varios ministros franquistas.
También el nacionalismo vasco se ha ayudado de la interpretación más interesada para fundamentar sus tesis, según los arqueólogos. Así, Arturo Ruiz manifiesta que fue Sabino Arana quien en 1892 empezó a decir que los vascos no eran iberos y a negar las tesis que asociaban el origen de España a los iberos.
Ruiz califica de "ligeras y faltas de rigor" esas interpretaciones que, a su juicio, sólo se han alimentado para consolidar las distintas identidades. Por todo ello alerta de la necesidad de actuar con conocimiento de causa en el debate de los nacionalismos, "para que cuando se empleen como legitimación política se impida que se inventen cosas".
Arturo Ruiz considera que estos abusos de los datos arqueológicos pone de relieve la necesidad de crear un triángulo entre el político, el investigador y el ciudadano para evitar ese tipo de tergiversaciones históricas. De momento, el grupo de arqueólogos reunidos esta semana en Baeza han presentado también un soporte técnico a partir del cual cualquier ciudadano podrá tener acceso en Internet a todos los archivos arqueológicos que se han descifrado.
En el curso de Baeza se han dado cita otros investigadores y expertos como Ricardo Olmos y Juan Sicinio Pérez, Emilio Junyet, José Fontana o Manuel Molinos.
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