El Gobierno, decidido a otorgar más licencias de móvil tras la polémica del anterior concurso

La polémica sobre la escasa recaudación del concurso de móvil multimedia (UMTS) no llevará al Gobierno a anularlo, como pide la oposición. Sólo accede a aumentar el número de licencias. Según la ministra de Ciencia y Tecnología, Anna Birulés, el Ejecutivo está decidido ahora a nuevas concesiones tras las cuatro otorgadas en marzo a Telefónica, Airtel, Amena y Xfera; pero no concretó cuántas, ni si se darán por concurso (fórmula escogida entonces) o por subasta, que tan pingües beneficios ha dado a países vecinos. Se limitó a decir que el objetivo es aumentar la competencia y no recaudar más dinero.

La iniciativa, incluida en un paquete de propuestas para incrementar la apertura del mercado de las telecomunicaciones que el Ejecutivo analizará a partir de noviembre, no contempla, según Birulés, medidas para compensar la modesta cifra obtenida en España por la concesión de cuatro licencias de telefonía móvil multimedia en marzo: 86.000 millones de pesetas frente a los 8,4 billones que ingresó Alemania por seis licencia o los 6,5 billones del Reino Unido por cinco.Pero la polémica sobre la escasa recaudación sigue viva y el Gobierno ha subrayado que está dispuesto a cambiar su decisión y, según sugiere Birulés, a hacer muchas modificaciones en las nuevas licencias. "El Ejecutivo no se dejó llevar por un afán recaudatorio" cuando adjudicó las licencias en marzo pasado, y no lo hará ahora, señaló Birulés. El único fin que siempre ha movido al Ejecutivo, según la ministra, es garantizar unas inversiones por parte de las adjudicatarias que aseguren la mayor difusión posible de Internet a través del móvil.

La opción más firme, por tanto, para "aumentar la competencia" es elevar el número de licencias de telefonía móvil. "Estamos analizando la capacidad del espacio radioeléctrico para introducir nuevos operadores", señaló ayer la ministra tras su intervención en el curso El planeta Internet, organizado por la patronal del sector de las telecomunicaciones, Aniel, en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander.

En la actualidad, el usuario de un teléfono móvil tiene que elegir entre Telefónica, Airtel y Amena. Cuando entren en servicio, dentro de al menos un año, las nuevas licencias de telefonía móvil multimedia (UMTS) -permite el acceso a Internet desde el móvil a velocidades ahora inimaginables-, a la lista se incorporará el consorcio Xfera.

El Gobierno considera insuficiente el número de operadores y ahora está convencido de que hay que ampliarlo como única manera para asegurar la competencia. Pero no hay nada decidido aún sobre cuántas licencias ni de qué tipo, según aseguraron ayer en fuentes del Ministerio de Ciencia y Tecnología, que elabora estos días un estudio con propuestas normativas sobre cómo incrementar la competencia en el mercado de las telecomunicaciones que debe presentar al Gobierno antes del 31 de octubre.

Birulés precisó, no obstante, que las medidas afectarán "tanto a las tecnologías actuales, como al UMTS", y siempre se refirió a ellas en plural. Sobre la mesa, "todas las posibilidades". El periódico británico Financial Times señalaba ayer, citando fuentes gubernamentales, que el Ejecutivo pretende otorgar dos nuevas licencias: una GSM (la tecnología de la mayoría de los móviles hoy en día) y otra UMTS. A pesar de la presión que ha recibido el Gobierno desde los partidos políticos de la oposición, las propuestas que baraja el Ministerio no contemplan, en principio, mecanismos de compensación por la diferencia de recaudación obtenida en España por la telefonía multimedia en comparación con Alemania, que vendió en agosto seis licencias por 8,4 billones de pesetas, una de ellas al consorcio formado por Telefónica. La operadora española consiguió una licencia similar en España unos cinco meses antes por sólo 21.500 millones gracias a un concurso basado en criterios técnicos y compromisos de inversión.

Julio Linares, presidente de Telefónica España (que explota la telefonía fija), apuntó que se necesitarán unos 800.000 millones de pesetas para dotar de banda ancha a todos los usuarios de Internet.