Garzón libera a 15 detenidos del 'Privilege' al cumplirse 72 horas sin que aparezca la droga

Quince marineros filipinos de los veinte tripulantes detenidos a bordo del buque Privilege, capturado en alta mar con el objetivo de interceptar un supuesto alijo de cinco toneladas de cocaína, fueron puestos en libertad en Las Palmas de Gran Canaria en la tarde de ayer, tras cumplirse el plazo de 72 horas de detención sin que hubiese aparecido la droga. Sólo el capitán del barco, ciudadano panameño, el contramaestre de nacionalidad mexicana y tres marineros continuaban detenidos anoche, mientras técnicos navales y armadores colaboraban con la policía en las labores de búsqueda.

El registro se efectúa en el Arsenal Militar de Las Palmas de Gran Canaria, hasta donde fue conducido el barco tras ser interceptado a unas doscientas millas (unos 360 kilómetros) de la isla. La falta de éxito hasta el momento puede deberse, según dijeron fuentes de la Delegación del Gobierno en Canarias, a las grandes dimensiones del buque, un carguero de 120 metros de eslora con matrícula de conveniencia de la isla de Santo Tomé y Príncipe, en el que podría haber compartimentos secretos para ocultar la droga. Los marineros puestos en libertad por orden del juez central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, negaron cualquier relación con operaciones de narcotráfico y aseguraron que sólo tienen noticias de que el Privilege llevaba la carga declarada legalmente, 5.000 toneladas de acero en bobinas y 100 toneladas de asfalto con destino a Italia.

A la entrada de la Casa del Mar de Las Palmas, a donde se dirigieron para hospedarse y aguardar a que se hagan cargo de su regreso a Filipinas las autoridades diplomáticas de su país, un portavoz de los marineros, que se mostró "contento" de estar de nuevo libre, explicó que ni él ni ninguno de sus compañeros entendían los motivos del abordaje, en el que pasaron "mucho miedo" porque "los policías nos apuntaron con pistolas y fusiles".

Añadió que la situación mejoró desde que en la madrugada del sábado el buque arribó a Las Palmas, donde los marineros fueron conducidos para ser interrogados a la Jefatura Superior de Policía de Canarias, donde recibieron mejor trato.

Mientras los filipinos celebraban su liberación, cinco miembros de la tripulación (capitán, primer oficial y tres marineros) continuaban detenidos y 80 agentes del Cuerpo Nacional de Policía proseguían con el minucioso registro de la nave. A primeras horas de la noche de ayer no se había encontrado rastro alguno de la droga que se supone contenía el buque.

La cantidad de la cocaína que se busca podría superar las cinco toneladas, según las estimaciones iniciales del delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Gonzalo Robles, cuyo departamento coordina la Operación Ostra, que se saldó con el apresamiento del Privilege. Robles anunció la captura del buque en una conferencia de prensa que fuentes jurídicas relacionadas con la lucha antidroga calificaban ayer, cuando menos, de "precipitada". De hecho, el propio Gonzalo Robles advirtió el sábado, al hacer públicos los detalles de la operación Ostra, que la búsqueda de la droga podría prolongarse varios días.

No obstante, las citadas fuentes recordaron que en alguna ocasión se ha dejado continuar a un buque sospechoso tras ser abordado y registrado, que después ha realizado una descarga de droga en un pesquero gallego, cerca de la costa.