"Si aquí no llegan los coches, iremos a otro sitio"

Las mujeres que ejercen la prostitución, apiñadas junto al lago de la Casa de Campo, atestiguan que sin coches "se morirán de hambre". "Es una locura que impidan pasar los coches. Creo que nunca se llegará a cerrar el tráfico porque siempre hablan de ello y no lo hacen, pero si no llegan aquí los coches, nos iremos a otro sitio", dice medio enfadada una mujer con canas, el rostro maquillado y fuerte olor a perfume. "En los automóviles llegan los clientes y en los coches trabajamos", cuenta una mujer de voz dulce apodada La Abuela por sus compañeras. "Aquí llevó 15 años sobreviviendo con los señores que vienen a buscarme. Tengo muchos hombres fijos que llegan hasta de fuera de Madrid y será difícil que me muevan de aquí", afirma la mujer. Esther, prostituta y toxicómana, no duda: "Mira, por la noche es cuando nos sacamos los talegos (billetes de cinco mil pesetas). La gente viene en sus coches. Si prohibiesen el tráfico..., ¿tú te crees que la gente vendría andando a buscarnos? ¡Qué va!". Sin embargo, el tráfico no es el asunto de mayor preocupación para las prostitutas. "Lo que había que arreglar es la inseguridad que hay y lo mal que estamos. Esto habría que cambiarlo y ponernos aseos y otros servicios, como dijeron hace tiempo", reclama Emilia.

"Estoy cansada de que se diga que nos van a ayudar y a atender y que el alcalde diga que va a hacer una ciudad para nosotras como Dios manda y que luego todo se pase", añade otra mujer que insiste en que están muy desamparadas por la noche. "Últimamente hay muchos problemas con las negras; además, las mujeres nuevas rusas que llegan están protegidas por gente que va armada. Están invadiendo nuestra zona cerca del lago de la Casa de Campo y a nosotras nadie nos protege".