_
_
_
_

800 mujeres sin esperanzas

Las prostitutas de la Casa de Campo se han quedado sin las mejoras sanitarias que anunció el Consistorio

Concha García todavía guarda la secreta esperanza de que el Ayuntamiento de Madrid decida por fin volcar su atención sobre las casi 800 mujeres que durante las 24 horas del día ejercen la prostitución en la Casa de Campo. Ella es la presidenta de Hetaira, un colectivo que defiende los derechos de las meretrices y que es partidario de la legalización de su actividad.Pese a las esperanzas que guardan estas mujeres, la respuesta del Consistorio en el último año y en lo que va de 2000 ha sido prácticamente nula. Sólo silencio. "Promesas nada más", dice Concha García. "El año pasado se paralizó todo y desde entonces sólo ha habido declaraciones. Es que no han hecho nada", añade. Se refiere a las posibles mejoras de las condiciones sanitarias de las mujeres que trabajan en la Casa de Campo y que en su momento se plantaron en el Ayuntamiento. En diciembre de 1999 la tercera teniente de alcalde y responsable de Policía Municipal, María Tardón, ex juez, aparcó las iniciativas de ayuda a las prostitutas: "Hemos preferido dejar las cosas como estaban. Eso sí, intensificando las actuaciones de carácter social y vigilando los problemas de seguridad vial en la zona donde las mujeres ponen en aprieto a los automovilistas".

Más información
"Si aquí no llegan los coches, iremos a otro sitio"

Las mejoras sociales de las que hablaba Tardón se quedaron en palabras. Por el contrario, se intensificaron las acciones contra las mujeres. Tanto, que el pasado junio la concejal anunció que llevaría ante el juez a las prostitutas por exhibicionismo y escándalo ante menores.

La oposición descalifica la gestión del PP en este asunto. "Cero patatero", afirma Matilde Fernández, la portavoz adjunta del PSOE-Progresistas. "Y es que en Madrid no solamente están desatendidas las prostitutas, sino las mujeres en general", agrega. "Yo creo que en el fondo no hay desde el Ayuntamiento voluntad ni capacidad de abordar esta situación", agrega Inés Sabanés, portavoz de Izquierda Unida.

La última idea de María Tardón ha sido la de cerrar el tráfico privado en la Casa de Campo. Según el plan de Tardón, por allí sólo podrían circular vehículos de siete a nueve de la mañana y de seis a ocho de la tarde; es decir, en las llamadas horas punta. La concejal no cree que esta medida termine con la prostitución, pero todo apunta a que la decisión está basada en los informes que señalan a las prostitutas como responsables en gran parte del deterioro ambiental que sufre el parque.

De hecho, según un informe de la patrulla ecológica de la Policía Municipal, las prostitutas y sus clientes ponen en peligro un robledal de la Casa de Campo. Y la portavoz del PSOE, Cristina Narbona, llegó a denunciar que las fiestas de solteros que se celebran allí deterioran la zona.

Juan García, el portavoz de Ecologistas en Acción, discrepa.El deterioro de la Casa de Campo, dice, no se debe sólo a la presencia de las prostitutas. Allí confluyen varios aspectos, como la presencia del Parque de Atracciones, el zoo o los recintos feriales. El portavoz de Ecologistas en Acción afirma, con datos del propio Ayuntamiento, que diariamente circulan por la Casa de Campo entre 50.000 y 55.000 coches. Más cifras, el Parque de Atracciones recibió el año pasado más de un millón de visitantes, aproximadamente el mismo número de visitas que se produjeron en el zoo. "El autobús que llega al parque va normalmente vacío. Es que por allí circulan muchísimos coches que, además, incumplen los límites de velocidad", dice García.

El posible cierre al tráfico es una medida necesaria en el parque que no debe vincularse con el problema de la prostitución, según Inés Sabanés. "Lo que se necesita es un foro que hable poco y trabaje mucho, que vaya al fondo de la cuestión. Hay que hacer un plan de acción a largo plazo, pero sin dejar de lado las medidas de emergencia y que atenderían los derechos básicos de las prostitutas", señala la portavoz de IU.

Las prostitutas de la Casa de Campo, mientras tanto, siguen a la espera; cada vez más pesimistas y desesperanzadas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_