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La NASA anuncia el final de los fenómenos de El Niño y La Niña

Los datos del satélite Topex/Poseidon indican que el océano Pacífico ha vuelto a la calma

Los fenómenos climáticos El Niño y La Niña -extraordinariamente fuertes en los últimos tres años- han desaparecido de los trópicos en el Pacífico, aunque aún subsisten algunos efectos a corto plazo que han incidido en los huracanes e incendios en Estados Unidos. Así lo ha anunciado la NASA a partir de los últimos datos del satélite francoestadounidense Topex/Poseidon, informa la NASA. Los niveles del calor almacenado en el océano casi han vuelto a la normalidad.

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"La presente calma empezó hace tres o cuatro meses, cuando La Niña se desvaneció", dice William Patzert, oceanógrafo del Jet Propulsion Laboratory de la NASA en Pasadena (California), que analiza lo datos del Topex/Poseidon. "Parece que el clima global se está finalmente recuperando después de tres años de dramáticas oscilaciones. Se produjo un El Niño extraordinariamente fuerte entre 1997 y 1998, al cual siguieron dos situaciones tipo La Niña en años sucesivos que fueron inusualmente frías y persistentes. La buena noticia es que hemos dejado atrás ambos fenómenos".Patzert matiza no obstante la situación: "Desafortunadamente, a largo plazo, la realidad es que el actual modelo de la ODP domina el Pacífico y que, a corto plazo, la atmósfera todavía está actuando como si La Niña siguiera existiendo".

Patzert avanza pronósticos para los próximos meses: "El oeste de Estados Unidos continúa caliente y seco, y está prevista una cantidad más alta de la normal de huracanes tanto en el Pacífico como en el Atlántico. Por consiguiente, para lo que queda de verano y también para el próximo otoño, seguiremos experimentando la herencia, o la resaca, de El Niño y La Niña: los devastadores incendios del oeste estadounidense, tanto en la frontera de Canadá como en la de México, son un ejemplo". En efecto, el servicio de Climatología de Estados Unidos pronostica para los próximos meses una estación especialmente activa de huracanes.

Los datos del satélite proceden de 10 días de recogida que terminaron el pasado día 17. Estas informaciones permiten verificar que, mientras el verano está terminando en el hemisferio norte, en la capa de agua superficial del Pacífico se captan aún los vestigios de los tres últimos años de presencia de estos fenómenos climáticos.

Las observaciones practicadas por el satélite han detectado altas temperaturas y mayor nivel del agua en el Pacífico medio y asimismo en el extremo oeste del Pacífico tropical. Ello contrasta con la situación en el mar de Bering y el golfo de Alaska, donde las aguas continúan frías, incluso por debajo del nivel normal.Si se examina la cuenca entera del océano, se observa todavía en la imagen que representa el nivel del agua, las características de la llamada Oscilación Decádica del Pacífico (ODP), una herradura de agua caliente en la que aparece inserta una cuña fría. La ODP es una fluctuación a largo plazo de la temperatura que se produce en periodos de entre 10 y 20 años que incluye lo que se conoce como El Niño y la Niña.

Este mes se cumplen ocho años desde el comienzo de la misión Topex/Poseidon, que había sido prevista para durar entre tres y cinco años. El satélite ha completado la órbita de la Tierra más de 37.400 veces y 290 ciclos de 10 días de recogida de datos.

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