"La vida en Hollywood es como la de un universo paralelo"

La nueva película de Dennis Quaid, Frequency, va de viajes en el tiempo y de universos paralelos. Un thriller con una base de ciencia ficción que se estrena hoy en España. Pero, para el protagonista de este filme, lo ficticio de los viajes al pasado o al futuro es sólo cuestión de tiempo. Primera paradoja. "Pienso que pronto, en cuanto podamos viajar a la velocidad de la luz, podremos viajar en el tiempo. Es un hecho. Basta con mirar a las estrellas, muchas de ellas han muerto hace milenios y siguen brillando", dice, como quien descubre una verdad desconocida.Comentamos que el fenómeno también se da aquí, a ras de tierra, con algunas luminarias del cine, y Dennis Quaid se muestra de acuerdo con la idea. Le hace gracia. "Es cierto, Hollywood es una especie de universo paralelo, no en lo temporal, pero sí en cuanto al mundo real. Por suerte paso parte de mi tiempo en mi rancho de Montana y no tengo que estar en Los Ángeles todo el tiempo. Lo importante es poder entrar y salir de ahí, tener la llave".

En Frequency, Quaid encarna a un arriesgado bombero que, en medio de un fenómeno causado por una tormenta solar en 1969, entra accidentalmente en contacto, a través de su equipo de radioaficionado, con su hijo (Jim Caviezel) treinta años después. Una comunicación que desencadena una serie de cambios en la vida de ambos y de los que los rodean.

Parece evidente que la industria del cine está utilizando el filón del interés por lo paranormal como ingrediente que despierte al desgastado género de las películas de intriga y acción. "Es algo que siempre se ha hecho", señala Quaid. "La gente siempre se ha interesado por lo sobrenatural. En el cine se ha utilizado mucho y atiende a una necesidad del ser humano. No es algo que yo necesite particularmente en mi vida real. Mi vida es ya suficientemente extraña como para necesitar otro tipo de fenómenos", dice con una velada ironía y una media sonrisa, algo amarga, haciendo alusión, quizá, a lo que ha sido uno de los culebrones de este verano: la aireada aventura sentimental de su esposa, la actriz Meg Ryan, con el intérprete de Gladiador, Rusell Crowe. Un tema del que no quiso hablar en este viaje de promoción de su nueva película, y sobre el que la productora prohibía específicamente preguntar en un comunicado a la prensa.

Regreso al pasado

Viajar al pasado es un antiguo sueño de la humanidad y Quaid también ha soñado con ello. "Es algo en lo que todos hemos pensado, aunque la película, de lo que trata es de jugar a ser Dios con nuestro propio destino. Es el deseo de tener el control de nuestra vida", afirma. Dice no arrepentirse de nada y que no cambiaría ningún acontecimiento de su pasado, si tuviera la posibilidad de hacerlo. "Las malas experiencias también te enseñan y son buenas a la larga", dice.Sin embargo, su fantasía de viajar al pasado lo llevaría bastante lejos. "No sé si me gustaría vivir en alguna otra época, pero sí me gustaría visitarlas. Acompañar a Alejandro Magno en sus conquistas, por ejemplo, o conocer de cerca a Buda y a Jesús. Ser una mosca en la pared, un pequeño testigo, y ser capaz de entenderlos ", dice.

Una mosca. Difícil de creer en un actor que disfruta con el papel de héroe. "No creo encajar del todo en el arquetipo del héroe. Me siento cómodo en ese papel, pero en un filme como Savior, de Oliver Stone, se enfoca de una manera distinta, y también he hecho otro tipo de personajes, como en la película de Steven Soderbergh en que hice un pequeño papel de narcotraficante, un ser sinuoso".

"Ahora he escrito una historia, que voy a dirigir para el cine este año, y que es sobre un antihéroe, un viejo músico. Mi otra pasión", comenta este actor y ex rockero.