_
_
_
_
CULTURA Y ESPECTÁCULOS

La Orden de Malta se exhibe en Mallorca

La Lonja de Palma expone a partir de hoy cuadros y joyas de la histórica organización

ANDREU MANRESA, Aristócratas de abolengo atesoraron durante años en el Mediterráneo poder y obras de arte. Se apropiaron de paisajes mientras blandían su espada y su cruz. De la histórica Orden de Malta y de su cruz simbólica quedan aún multitud de signos e improntas en joyas y paredes. Algunas se pueden ver desde hoy y hasta finales de octubre en la exposición que alberga La Lonja de Palma. Dos Goyas, tres Prettis y seis excepcionales cartas náuticas del 1400 y 1500 forman parte de la muestra, que reúne maravillas privadas, laicas y devotas. Para terminar de explicar la realidad contemporánea de una organización con un milenio de pasado -con 700 años de explendor y tragedia relacionados con Mallorca-, se recurre a fotografías en blanco y negro.

Los caballeros de la Orden de Malta fueron cosmopolitas, integraron una especie de internacional de transferencia de los gustos y de las mentalidades abiertas, al mismo tiempo que establecieron una frontera clave en el Mediterráneo -y en el mundo- en defensa de un poder militar y religioso. Manuel Oliver se expresaba ayer así y se manejaba cauteloso entre las piezas dispersas en el seno del mercado gótico y vanguardista mallorquín. Residente en Florencia y Malta, el historiador Oliver -experto en la época de la Europa de Napoléon- terminaba de instalar la muestra, que plantea las relaciones de la orden con Mallorca y el Mediterráneo. Los Reyes de España serán los encargados de inaugurar hoy esta exposición.

Los caballeros predicaban, batallaban, anidaban fortuna, querían salvar su fe y preservar su gloria futura. Algunos de los más notables fueron nobles mallorquines y sus sagas aún dominan gran parte de esta isla. Para entrar como caballero de honor y devoción en la selecta y clasista organización se requiere el aval de cuatro apellidos de rango.

La antigua entidad se afirma como la primera ONG de la civilización. Contra los turcos, los moros y los considerados infieles, los armados quisieron implantar su cultura y su orden, mientras reunían grandes colecciones de arte, innumerables bienes muebles y enormes extensiones de terrenos. En los laterales de la sala los cuadros muestran grandes paisajes urbanos de los puertos de Túnez, La Valetta (Malta), Mallorca y los pueblos mallorquines del siglo XVI, arrasados por los efectos de invasiones y batallas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_