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Cuatro nazis que dan mucha guerra

La violencia de los 'skin-heads', impune en Guardamar al no identificarse a los agresores

Guardamar del Segura (La Vega Baja) tiene una población censada de 7.000 habitantes. Menos de una decena exhibe ideología o estética nazi. Ellos, solos o con la ayuda de camaradas que vienen a pasar el verano, se bastan para conseguir que el resto de los jóvenes vivan con inquietud cada noche que salen a la calle. Las fuerzas de seguridad lo tienen claro: "Son sólo cuatro, pero dan mucha guerra".Dos muestras para entender hasta dónde llega esta "guerra": las palizas que han recibido dos jóvenes en los dos últimos fines de semana. Después de la primera, el Ayuntamiento se esforzó en afirmar que se trató de un "hecho aislado", una simple "rencilla entre bandas rivales". La segunda agresión fue más virulenta. Sergio González, de 18 años, recibió el sábado 26 de agosto las suficientes patadas como para que haya sido necesario extirparle el bazo. El Consistorio ha optado por el silencio.

Las autoridades tienen claro quiénes son sus conciudadanos nazis. "Los tenemos perfectamente identificados y pertenecen a familias normales de la ciudad", aseguró el alcalde, Francisco García Gómez, días después de la primera agresión. Los jóvenes de la localidad también. Un grupo de ellos comentaba el pasado lunes la situación. Mencionaban a los nazis por sus apodos y se preguntaban: "¿Qué hace falta para que vayan a detenerlos, quizá que maten a alguien?". Pese a todo, nadie ha ofrecido una descripción clara que logre poner rostro a los agresores, más allá del nexo de sus cabezas rapadas.

¿Es difícil encontrarlos? Cerca del Consistorio, junto a la iglesia, en el bar del Casino, tienen uno de sus puntos de reunión. Allí, jóvenes rapados que no suelen pasar de los 25 años se sientan con una cerveza para mirar con odio a todo aquel que pase por la puerta y no sea de su agrado. Uno de los socios del Casino confirma la presencia de nazis: "La sociedad tiene un bar que da servicio a los socios y a la gente de la calle, y a veces hay algunos de esos mañacos".

Hay más agresiones de las que se denuncian. 15 guineanos participaron en las Jornadas de Verano, que reúnen a estudiantes procedentes, en su mayoría, del Mediterráneo. Durante las fiestas patronales, a finales de julio, los guineanos y otros participantes de las jornadas salieron una noche a divertirse para acabar acorralados por un grupo de cabezas rapadas hasta el punto de tener que ser evacuados en coche. Este suceso no fue denunciado, pero ha sido confirmado por dos fuentes distintas, aunque la organización de las jornadas asegura que desconoce que se produjera este altercado.

Si el alcalde asegura que la Policía Local tiene perfectamente identificados a sus nazis (otra cosa son los que visitan el pueblo en verano); si los ataques relatados en este reportaje demuestran que sus actuaciones no son hechos aislados y si todos los vecinos saben dónde se reúnen, ¿por qué no se actúa? El PSPV local ha denunciado en reiteradas ocasiones "la falta de interés" del PP para atajar el problema, que además, según la oposición, acusa a los socialistas de perjudicar al turismo con sus declaraciones.

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