Pilar Távora estrenará en la Bienal una versión de 'Medea' con personajes desdoblados
"El flamenco puede andar por la tragedia griega como por su propia casa". Así justifica la realizadora sevillana Pilar Távora la elección del mito de Medea para su debú en la Bienal de Flamenco de Sevilla. Los bailaores Juana Amaya y Alejandro Granados protagonizan esta versión flamenca de Medea que se estrenará el 10 de septiembre en el teatro de la Maestranza. La directora, que ha llevado al cine Yerma de García Lorca con Aitana Sánchez-Gijón e Irene Papas, desdobla a los protagonistas de la tragedia. "Hay dos medeas, una tiene la palabra y otra, el gesto. Con esto he querido generalizar y hablar de la historia de muchas mujeres que sufren humillaciones", explica durante un ensayo.
Pilar Távora, que con esta propuesta realiza su primera incursión en el teatro, dirige a un equipo de medio centenar de personas con una escenografía en tres niveles y en la que se mezclan otros tantos géneros: teatro, flamenco y cine.En el primer nivel de la escenografía, donde se desarrolla casi todo el montaje, estarán los bailaores Juana Amaya (Medea), Alejandro Granados (Jasón), Pilar Astola (Glauce) y Carmen Giráldez (historia). El baile se entrelaza con el trabajo del coro y los actores como Jesús Lucena, que encarna a Creonte, o Carmen Troncoso, en el papel de nodriza. En el segundo, se instalarán los músicos. Al cante estarán Fernando Terremoto, Rafael de Utrera, Macarena Giráldez y David Lagos; mientras que a la guitarra podrá oírse a Eugenio Iglesias y El Bola de Jerez. El tercer nivel de la escenografía, a cinco metros del primero, acogerá dos momentos claves de la tragedia: el baile de la novia y la escena en la que Medea mata a sus hijos.
La realizadora parte de los textos de Séneca y Eurípides para crear su propia versión. "Hay más dulzura en la Medea de Séneca, por eso me he basado en su texto más en la segunda parte del espectáculo. En los momentos más viscerales he recurrido a Eurípides", comenta Pilar Távora que, además de la dirección de escena, firma la dirección musical, las letras de los cantes y el vestuario. La obra cuenta con la colaboración especial del artista plástico Javier Velasco y con la iluminación de Nacho Sánchez.
La influencia de su padre Salvador Távora, que el 8 de septiembre presentará Don Juan en los ruedos en la plaza de toros de la Maestranza, es algo que la directora asume. "El espectáculo es muy Távora. No es algo que yo haga intencionadamente, pero tampoco me esfuerzo por evitarlo. Cuando trabajo intento no estar condicionada", explica la directora que ha realizado series como Mujeres rotas, De año en año o Cavilaciones. Esta última es la historia del flamenco en doce capítulos de una hora.
El desdoblamiento de los personajes permite introducir el texto, que desde una pantalla, dice la actriz y hermana de la directora Concha Távora. "Para interpretar a Medea hay que recurrir también a la palabra; por eso surgió la idea del desdoblamiento. Esa duplicidad permite también universalizar el drama que vive Medea, una mujer que ha sido capaz de todo por amor y, después, acaba humillada", afirma.
Además de los seis bailaores, los siete músicos y los diez actores; la producción cuenta con una colaboración especial de una veintena de tamborileros de los Coliblancos y Colinegros de Baena (Jaén). En total serán 41 personas sobre en escenario en un montaje de una hora y 45 minutos de duración.
"Esta banda de Baena únicamente sale en Semana Santa, se les conoce como Los Judíos, y nunca habían subido a un escenario. Tienen una manera muy particular de tocar el tambor, un ritmo que para mí está unido a la tragedia griega", explica. Távora eligió el tema de Medea porque se trata de una "tragedia feminista". "Juana Amaya me había dicho hace tiempo que quería trabajar conmigo y siempre pensé en el espectáculo con ella como protagonista", dice la directora.
"Prefiero bailar dentro de un personaje, antes que hacer un palo detrás de otro. Este papel me gusta mucho porque Medea es una luchadora y yo, que tengo una hija y estoy divorciada, me identifico con ella", asegura la bailaora durante un descanso del ensayo. La compañía está trabajando desde mediados de julio en una nave comercial del polígono Navisa, sede de La Cuadra. "El flamenco ha demostrado, hace ya bastante tiempo, que puede contar historias", añade Juana Amaya, que encarnó a Carmen en la anterior ópera flamenca de Salvador Távora.
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