"No hay que pedirlo todo al papá Estado"

Si en nuestro país trabajaran muchas profesionales como la médico Amparo Sánchez a buen seguro que las cosas andarían de otra manera. Esta doctora experta en conductas adictivas de 41 años y presidenta de la ONG Médicos del Mundo potencia una logística solidaria que nada tiene que ver con la caridad o el mesianismo ideológico. Dirige en Valencia una organización admirable que atiende a toxicómanos, prostitutas, extranjeros con problemas y desamparados en general. Y frente a la hipocresía de la política su gente no regala pescados sino que enseña a pescar.Pregunta. ¿Qué diferencia existe entre Médicos del Mundo y las entidades confesionales de caridad?

Respuesta. En realidad el objetivo final es el mismo. Asistir al necesitado, al enfermo. Defender los derechos básicos de las personas. Sin establecer criterios morales o legales.

P. ¿Qué es Cereda?

R. Son las siglas de Centro de Reducción de Daños. Con nuestra furgoneta recorremos las zonas calientes de la ciudad, donde están los toxicómanos o las mujeres que ejercen la prostitución. Cereda es un centro fijo en la calle Lepanto donde los drogadictos reciben ayuda sanitaria y vías de rehabilitación.

P. ¿Qué actividad realizan en ese centro?

R. Es como un taller didáctico en el que profesionales voluntarios, médicos, ATS, etcétera, indican la manera de inyectarse droga en condiciones seguras; un espacio de calor humano en donde incluso podemos ofrecer una taza de chocolate caliente en invierno o dulces en Navidad.

P. ¿Evitan el discurso antidroga?

R. Somos realistas y como sanitarios, prácticos. Hay personas que no quieren o no pueden dejar el consumo y en consecuencia tratamos de que lo hagan con el menor riesgo para su salud. Al tiempo que motivamos un cambio de hábitos dañinos, que fumen la heroína en lugar de inyectársela, por ejemplo.

P. Ustedes reparten preservativos entre las prostitutas subsaharianas del puerto cada semana...

R. Sí. Son muchachas con más nivel cultural que las españolas, no son drogadictas y son receptivas.

P. ¿Qué acicates personales hacen a una médico como usted dedicarse a una actividad en la que no cobra un duro y gasta parte de su tiempo?

R. El pensar que la sociedad puede cambiar sin recurrir al papá Estado; la convicción de que los ciudadanos podemos resolver desigualdades y la certeza de que nuestro tiempo y dinero pueden cambiar las cosas.