Álvarez Cascos bloquea el traslado de un barrio de Coslada comprometido por Arias-Salgado

El traslado del barrio de la Estación de Coslada (995 viviendas que soportan hasta 90 decibelios de ruido en su interior por su proximidad al aeropuerto de Barajas) a una zona menos contaminada acústicamente está en el aire. El Ministerio de Fomento, que gestiona Francisco Álvarez Cascos, no garantiza los compromisos que Rafael Arias-Salgado hizo a los residentes de reubicar la barriada. Y ello a pesar de que la construcción de una nueva pista, paralela a la actual 15-33, aumentará aún más el impacto acústico. Los afectados anuncian denuncias por estafa.

Nuevo equipo

La baja calidad de los materiales empleados en la construcción de los pisos del barrio de la Estación -fueron levantados hace 40 años- impide que puedan ser insonorizados. La única solución posible para ellos, tal y como señala la declaración de impacto ambiental, es su traslado. Sin embargo, el cambio de ubicación de la barriada, al que se había comprometido Arias-Salgado, no se llevará a cabo a no ser que los informes técnicos encargados por el nuevo equipo así lo aconsejen, según señaló un portavoz de AENA. Este organismo público alega que no todas las viviendas soportan el mismo nivel de contaminación y que algunas sí pueden ser insonorizadas. La alcaldesa en funciones de Coslada, Marisa Moreno, protestó ayer: "Es muy difícil describir la sensación de engaño y frustración que sienten los afectados". "En su momento", señala, "AENA abrió una oficina para que los vecinos detallasen cómo eran sus casas y a dónde querían ir. Ahora, de lo dicho no hay nada de nada. Todo ha sido un engaño".

AENA envió el 16 de febrero de 1999 un escrito oficial a los vecinos donde se señalaba: "Se notifica a la Comisión Interministerial de Gestión que el Ayuntamiento de Coslada y AENA han llegado a un principio de acuerdo por el que AENA se compromete a iniciar el proceso de movilidad del barrio de la Estación, por lo que se crea una oficina compuesta por AENA, Ayuntamiento y vecinos afectados, al objeto de continuar el proceso". El documento lleva el sello de la dirección general. Además, el 8 de abril de ese año, el director corporativo de Planificación de AENA envió cartas a los vecinos donde se les negaba la insonorización de su vivienda, al considerar "prioritario iniciar la reubicación de su barrio".

Pero ahora ni siquiera reconoce AENA a las personas que mediaron en aquellos acuerdos. "Esas personas [altos directivos]", indicó ayer un portavoz, "ya no trabajan aquí, y ahora hay un nuevo equipo. Si se traslada o no el barrio, dependerá del nuevo censo".En octubre de 1998, este organismo público se comprometió a llevar a otra parte de Coslada -principalmente al barrio del Puerto, alejado de los ruidos- a los afectados.

En el centro cívico José Luis Sampedro se abrió una oficina de atención. Un trabajador de AENA entregaba los formularios. Se preguntaba si los afectados querían marcharse, en qué parte de Coslada deseaban su nueva casa, los metros de la vivienda que dejaban... La encuesta terminó con que el 80% de los vecinos quería irse. El vecindario creyó estar así ante el fin de sus problemas.

Tras las elecciones generales de junio de este año, y con una nueva directiva en AENA, los afectados y el Ayuntamiento requirieron entrevistas con los nuevos responsables de Fomento. Su sorpresa fue enorme cuando se les comunicó que AENA no reconocía nada de lo pactado.

Marisa Moreno, alcaldesa en funciones de Coslada, de IU, lo explicó ayer así: "Nos dijeron que no sabían de qué les estábamos hablando y que ellos no tenían ningun documento que demostrase que había un compromiso. No nos lo podíamos creer".

José Luis Zarzuela, portavoz vecinal del barrio de la Estación, señaló ayer: "Aquello fue una estafa. Estamos pensando en denunciarlos por haberse burlado de casi mil familias modestas".

Los representantes municipales y el nuevo equipo directivo de AENA volvieron a reunirse el pasado 29 de junio. Se acordó realizar un nuevo censo de viviendas afectadas. El informe estará acabado en octubre. En virtud de sus resultados (ruidos, calidad de los pisos, deseos de los residentes de marcharse...), AENA tomará una decisión.

"Es decir", señala la alcaldesa en funciones de Coslada, "todo está en el aire. Parece una broma pesada, pero es cierto".