El timo cibernético golpea Wall Street

Alguien se hizo multimillonario en Wall Street el pasado viernes. El FBI y los investigadores de la Security Exchange Comission (SEC) tratan ahora de localizar a ese adinerado desconocido que, con un elemental truco informático y una operación de futuros, dejó al borde de la ruina a una empresa solvente llamada Emulex, dañó seriamente la credibilidad de las compañías de información sobre mercados, hizo que se esfumaran 2.000 millones de dólares en un par de horas y desató una situación de pánico.Firmas tan acreditadas como Dow Jones o Bloomberg han tenido que prometer que comprobarán mejor sus noticias. Todo comenzó a las 9.30 de la mañana, hora de Nueva York. En las pantallas de Internet Wire, dedicada a la información financiera por vía electrónica, se recibió un comunicado de Emulex, un fabricante de cables de fibra óptica de Costa Mesa (California). Emulex anunciaba que los beneficios del anterior trimestre se convertían en pérdidas, que la SEC investigaba prácticas contables irregulares en la compañía y que el presidente, Paul Folino, acababa de dimitir. "Si hubiera llegado por fax, lo habríamos comprobado. Pero se trataba de una línea segura. Nos fiamos, y fallamos", dijeron ayer en Internet Wire.

En realidad, la línea no era especialmente segura. Quien envió el comunicado sólo necesitó conocer el teléfono de Emulex y el nombre del jefe de comunicación para darle verosimilitud al sorprendente anuncio. Todo era falso. Emulex iba tan bien como siempre.

Pero Internet Wire distribuyó la noticia. En unos minutos apareció en las pantallas de CBS Marketwatch. Bloomberg retransmitió el anuncio mundialmente. Las acciones de Emulex, que el jueves se pagaban a 113 dólares, cayeron a 103. Cuando CNBC, TheStreet.com, Yahoo y Dow Jones reflejaron la caída y citaron el comunicado, Emulex se desplomó. A las 10.43, hora y media después de que Internet Wire recibiera la información falsa, las acciones se negociaban a 50 dólares. El precio llegó hasta los 13 dólares. Emulex valía 2.000 millones de dólares menos que un par de horas antes.

En su oficina de Costa Mesa, Paul Folino no salía de su asombro. ¿Qué había pasado? ¿Por qué sus acciones no valían nada? Los ejecutivos de Emulex necesitaron media hora para detectar el origen del desastre. Folino llamó a la SEC para desmentir la información. La SEC suspendió la cotización, rechazó que se hubieran detectado irregularidades en Emulex y, con tanta rapidez como habían caído, las acciones rebotaron hasta superar los 100 dólares. Ayer se mantenían en ese nivel, sin alcanzar los 113 del jueves. Por el camino, miles de inversores habían perdido una fortuna. Casi la misma que habían ganado quienes compraron títulos de Emulex por unos pocos dólares.

El FBI y la SEC no creen, sin embargo, que el autor del fraude figurara entre quienes compraron barato. Las investigaciones lanzadas en Nueva York, Filadelfia y Chicago se centraban ayer en los mercados de esta última ciudad. Poco antes de que la falsa noticia llegara a Internet Wire, un operador del Chicago Board Options Exchange recibió instrucciones de un cliente anónimo, deseoso de adquirir put options (opciones de compra futura, a un precio asegurado) sobre Emulex. El desconocido aseguró dos paquetes, a 110 y 105. Pagó entre 10 y ocho dólares por cada opción. A media mañana, con las acciones de Emulex por los suelos, esas opciones se cotizaban a 49,75 dólares. Las autoridades bursátiles examinaban ayer las compraventas de put options sobre Emulex realizadas el viernes.

Mientras la empresa californiana estudia emprender acciones legales, las firmas de información bursátil entonaron el mea culpa. Internet Wire admitió que se habían omitido las comprobaciones más elementales. Habría bastado consultar la página web de Emulex.