Duelo generacional
Quince años separan al corredor más viejo de la Vuelta, Hervé (36 años), del más joven, el alemán Kessler (21). Un amplio abanico, dominado por dos generaciones: la del 68 y la del 76. Un caso sintomático se ve en el Kelme. Escartín (tercero el año pasado) arrancó con el liderato en el Tour. Pero las cosas han cambiado en poco más de un mes. Ahora manda Heras. No se respeta ni la edad ni el orden alfabético. Aquí manda ahora el mejor del último Tour (quinto) y el mejor de la anterior Vuelta (tercero).La situación no resulta plácida para Escartín. De hecho, existen pocos precedentes de un relevo generacional a un alto nivel dentro de un mismo equipo. El último caso habría que buscarlo en la pareja Delgado-Induráin. En la Vuelta no se ha inscrito Mancebo, pero sí el resto de sus compañeros de la generación del 76: Sevilla, Freire y Zubeldia. "No es algo nuevo. Hace tiempo que venimos demostrando nuestra valía", se reivindica Freire. "Él ha colocado el listón muy alto", ratifica Zubeldia, apuntando al campeón del mundo.
La otra gran generación, la de Escartín, la de Zülle, la del 68, se resiste. De momento atesora el liderato y la victoria de la primera etapa. Pero el tiempo se les agota. Cipollini pertenece al 67, y ya no es el que era. Ya no gana cuatro etapas de una tacada, ni siquiera en sus lugares favoritos, el Giro y el Tour (este año sólo ganó una en la ronda italiana).
