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Reportaje:ASTE NAGUSIA

Cómo mejorar las fiestas de Bilbao

Una visión diferente

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Txosnas, barracas, teatro, música y diversión a raudales durante nueve días. ¿Se puede pedir algo más a la Aste Nagusia de Bilbao para el 2001?. Hay quienes creen que sí, que la semana grande de la capital vizcaína puede y debe ir a más el próximo año. Hay quienes creen que no, porque de todo tiene que haber.Entre los férreos defensores del modelo festivo de este año está, como no podía ser menos, el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna. "Yo creo que ha habido de todo, un programa muy variado: teatro, zarzuela, piragüismo, deportes, txosnas muy diferentes, bares y hoteles. Además, hacen falta pocas cosas para divertirse, porque la diversión es cuestión de ilusión y de alegría, y no de que te tengan que poner algo".

Como tampoco podía ser de otro modo, la oposición no está tan contenta con el diseño de las fiestas. Ya sin comenzar el jolgorio, el grupo popular del Ayuntamiento, a través de su portavoz Iñaki Basagoiti, calificó de "chapuza" la programación festiva. Según los populares, lo que se estaba preparando no eran unas fiestas "elegantes" como proclamaba el alcalde, sino "rancias y políticas, con una centralización de los festejos en el Arenal", lo que "limita las fiestas y la diversión".

Los que están en el corazón de la fiesta, los que participan en las txosnas, están bastante contentos de cómo se han desarrollado estos largos nueve días, aunque no faltan las sugerencias para el año que viene, como que no se reduzca tras drásticamente la música a las 5 de la mañana, "porque no se oye nada con tanta gente", afirman, entre otros, Pedro Prieto y Luis Angel Castresana, de la comparsa Moskotarrak.

Aparte de esto, para ellos las fiestas han ido muy bien. "Lo que sobran son cosas para divertirse, no hay tiempo en los nueve días para probarlo todo". Asier Amezaga, de la txosna de los insumisos Sinkuartel, sigue afirmando que "tenemos el mejor recinto festivo del mundo". Sin embargo, su autocrítica es clara: "Hay que trabajar más el ambiente, fomentar la participación".

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Lo mismo defiende la txosna ecologista Bizizaleak. "Las comparsas tenemos que poner más imaginación en la decoración organizando concursos; y la gente tiene que participar más, pasar de ser espectadores a ser parte activa", afirma Javier Vázquez. A pesar de los toros, "que se mitifican mucho cuando sólo son un acto más", el modelo de este año le ha parecido "muy bueno", aunque "el programa musical ha sido flojito".

La misma queja tiene José Luis Martínez, jefe de prensa del Hotel Ercilla, que como todos los años participa en las fiestas con actuaciones y conferencias. "Faltan conciertos de una o dos figuras estelares, como los que hay en muchas ciudades de menor importancia que Bilbao". Otro problema que apunta es la desaparición de zonas festivas como las de Indautxu o Abando, porque sostiene que "cuantos más lugares de fiesta, más gente y mayor diversión".

Una visión totalmente distinta de lo que le ha faltado a la Aste Nagusia 2000 es la del Equipo para la equiparación de oportunidades en la fiesta bilbaína. Este colectivo, contituido por diversas asociaciones, nació en 1994 para asegurar que las personas con discapacidades participen en las fiestas. "Se ha avanzado mucho, porque ya llevamos años trabajando para construir en Bilbao una ciudad de integración, pero aún faltan cosas", afirma José María Amantes, miembro del Equipo y de la comparsa Moskotarrak. "Por ejemplo, que todas las txosnas rebajen un trozo de su barra para que puedan acceder a ella los que vayan en silla de ruedas, o que los hoteles y cafeterías acondicionen accesos y baños adaptados".En resumen, el balance de las fiestas es bastante positivo. Aunque, ¿quién puede pensar ya en los días pasados con las fiestas del 2001 cada vez más cerca?

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