A partir de una frase de 'Hamlet'
Rosencrantz y Guildenstern han muerto". Esta frase de las últimas páginas de Hamlet da título a la primera gran obra de Tom Stoppard, uno de los más señalados dramaturgos europeos de la segunda mitad del siglo XX.
En la obra maestra de Shakespeare, Rosencrantz y Guildenstern son dos personajes secundarios. Dos amigos de Hamlet a los que el rey de Dinamarca manda traer a la corte para averiguar qué es lo que le ocurre al príncipe. Tras descubrir sus intenciones, el rey manda a Hamlet de viaje a Inglaterra, acompañado por sus dos amigos, que reciben una carta sellada con la orden de matar al príncipe al llegar a puerto. Rosencrantz y Guildenstern están dispuestos a traicionar a su amigo, pero Hamlet intercepta la carta y cambia su nombre por el de sus dos amigos, de manera que son ellos dos los que mueren.
La idea teatral más famosa de Stoppard fue precisamente coger a esos dos personajes secundarios y convertirlos en protagonistas de una obra que gira en torno a la historia de Hamlet. El resultado es una obra cercana al teatro del absurdo, con referencias a la obra de Becket Esperando a Godot, y que se estrenó con enorme éxito en el festival de Edimburgo de 1966.
En 1990, Tom Stoppard, que nació en Checoslovaquia, como Thomas Straussler, en 1937, llevó su obra al cine. La película, dirigida por el propio Stoppard, supuso el salto a la fama de Gary Oldman y Tim Roth, y obtuvo el León de Oro en el festival de Venecia de ese año.
Pero ésa no ha sido la única aventura cinematográfica de Stoppard. Ha escrito más de veinte guiones, entre los que destaca el de Shakespeare enamorado, dirigida por John Madden, que fue Oscar a la mejor película en 1999.
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