El Gobierno admite ante el juez que la farola que electrocutó a un joven carecía de diferencial

La muerte del joven que resultó electrocutado el pasado 26 de mayo no se habría producido si la farola de la que partió la descarga eléctrica hubiese dispuesto de un diferencial. Este mecanismo, del que carecen 150.000 farolas instaladas en Madrid con anterioridad a 1991, bloquea la corriente eléctrica en cuanto un cable se pela y entra en contacto con otro objeto metálico. Un informe oficial de la Comunidad de Madrid remitido al juzgado de instrucción número 35 que investiga la muerte de Jorge del Río, de 29 años, confirma que la farola carecía de ese diferencial.

Del Río murió electrocutado al tocar el andamio metálico de una obra que estaba anclado a una farola mural pública para evitar que el aire moviera su estructura. El accidente se produjo a las once de la noche. La víctima, un camarero en paro, transitaba por una acera de la calle del Arenal cuando tocó el andamio, con la desgracia de que lloviznaba y de que la citada instalación había cortado uno de los polos del cable, lo que irradió la corriente eléctrica al andamio. La lluvia hizo lo demás. El informe oficial elaborado por la Consejería de Economía de la Comunidad, al que ha tenido acceso EL PAÍS, admite que esa farola tenía fusible y que el aislante del cable que suministraba corriente a la farola era el "reglamentario", pero que carecía de diferencial. El diferencial eléctrico es un mecanismo más moderno que el fusible. Este último corta la corriente si el cable (los dos polos) es seccionado, mientras que basta con que sólo uno de los polos sea serrado o quede pelado y entre en contacto con un objeto metálico para que el diferencial impida el paso del fluido eléctrico.

El informe de la Comunidad revela que la obligatoriedad de instalar diferenciales para el alumbrado público rige desde el 5 de agosto de 1991 y que la farola en cuestión fue colocada con anterioridad a esa fecha. El informe señala: "El centro de mando [desde el que se controla la farola] dispone de las protecciones reglamentarias [fusibles y aislantes adecuados], ya que la instalación de interruptores diferenciales no es obligatoria de acuerdo con la hoja número 11 de interpretación del vigente reglamento electrónico de baja tensión", indica. "Con fecha 5 de agosto de 1991", añade en sus conclusiones, la Comunidad de Madrid "emitió una circular en la que, para instalaciones nuevas, se exige la protección entre contactos indirectos"; es decir, que aunque las protecciones de esa farola son las "reglamentarias (fusibles y aislamientos)", según el informe, lo cierto es que carecía de diferencial.

El accidente se produjo supuestamente porque una placa del andamio, que estaba anclado a la farola, rozó el cable y terminó pelando uno de sus polos. "La muerte de este joven es un caso de mala suerte, pues concurrieron unas circunstancias difíciles de producirse en condiciones normales", señaló ayer un experto en electricidad. En la misma situación que esta farola, en Madrid hay otras 150.000 (las instaladas antes de 1991, según datos facilitados por el Ayuntamiento); es decir, poseen fusibles, pero no diferenciales.

La Comunidad concluye que la presunta causa del accidente que costó la vida a Jorge del Río "no fue debida a la defectuosa instalación o mantenimiento eléctrico del alumbrado público". Y lo dice así tras subrayar que la colocación de un diferencial no era obligatoria legalmente cuando se instaló esa farola. Durante la inspección efectuada por técnicos de la Comunidad en el lugar del accidente, éstos observaron deficiencias en un circuito eléctrico de la zona que alimenta a unos 20 puntos de luz de alumbrado público. El grosor del aislamiento del cable del tendido era inferior al reglamentario. Por ese motivo, los técnicos han aconsejado su sustitución a la empresa Urbalux, encargada del mantenimiento y conservación del alumbrado de la capital.

Según fuentes próximas a esta empresa, el alumbrado público de Madrid se ha renovado sustancialmente desde 1991 y, por tanto, posee diferencial. No obstante, reconocieron que aún quedan miles de farolas carentes del nuevo mecanismo. "Solucionarlo es un tema exclusivamente de dinero", afirmaron.