Del fuerte calor al riesgo de tormenta

La ola de calor de origen sahariano que afecta a Cataluña desde el pasado jueves remitirá hoy mismo y puede dar paso al riesgo de fuertes tormentas. Mientras tanto, los habitantes de la mayor parte de ciudades de la costa catalana y del prelitoral asistieron ayer, sofocados, a la escalada de los termómetros, que llegaron hasta los 33 o 35 grados en la mayor parte de localidades.El observatorio Fabra de Barcelona registró ayer una temperatura máxima de 32,7 grados, tres menos que el pasado martes, cuando se batió el récord de los últimos 12 años. Lejos del mar, el ambiente fue aún más sofocante. En puntos del pre-Pirineo se rozaron los 40 grados, igual que en el interior de Tarragona y del Pla de Lleida. Los meteorólogos creen que estas temperaturas serán las más elevadas del año, y que mañana las máximas ya bajarán entre tres y cinco grados en toda Cataluña.

El fuerte calor de los últimos días también ha contribuido a disparar el riesgo potencial de incendios forestales. Ayer por la tarde, el riesgo era considerado "extremo" en las comarcas del Vallès Oriental, Selva, Les Garrigues, Osona, Priorat y Baix Camp, pero la práctica ausencia de viento ayudó a que no se declarara ningún incendio de importancia.

Y después del calor llega el agua. La Dirección General de Emergencias y Seguridad Civil ha alertado de la posibilidad de que, a partir del mediodía de hoy, se originen tormentas locales de fuerte intensidad en las provincias de Barcelona, Lleida y Girona, mayoritariamente en las zonas de montaña. Las lluvias, que pueden ir acompañadas de barro, podrían superar los 45 litros por metro cuadrado en el Pirineo y los 30 litros en el resto de las zonas afectadas.