Un tránsfuga del PP cede al PSOE una alcaldía valenciana en un pleno tumultuoso
La localidad de Chiva, próxima a Valencia, vivió ayer una tensa jornada. El PP perdió la alcaldía, que gobernaba con mayoría absoluta, en un tumultoso pleno en el que se sucedieron los abucheos y los aplausos al nuevo regidor, el socialista José Luis Yebra. El protagonista y blanco de las iras de buen número de los vecinos congregados fue Ramón Antolí, el único concejal del PP con dedicación exclusiva, que renunció hace un mes a la disciplina del partido y ayer cedió la vara de mando a la oposición.
La nueva quiebra del pacto contra el transfuguismo suscrito en el seno de la Federación Nacional de Municipios y Provincias ha venido precedida en Chiva de auténticos ribetes de sainete.Ramón Antolí, estrechamente vinculado a María José Mora, senadora del PP, fue elegido concejal por primera vez en las elecciones de junio de 1999. Joaquín Salvo, el alcalde, le confió entonces una importante área de gestión que incluía la responsabilidad de la administración general de los servicios municipales, así como las competencias de Interior y las de Cultura y Deportes. Así, en atención a su múltiple responsabilidad, Antolí era el único concejal del PP con dedicación exclusiva.
Hace apenas un mes, Antolí fue requerido por sus colegas del Gobierno local para que ingresara en las arcas municipales cerca de 400.000 pesetas, de las que había dispuesto durante meses sin ningún control oficial. Antolí ingresó el dinero, expresó su sorpresa por la virulencia del requerimiento, renunció a la disciplina de partido y entabló negociaciones con los cinco ediles socialistas y el único de Esquerra Unida para plantear una moción de censura.
El PP denunció entonces a Antolí por supuesta malversación de fondos públicos a partir de un partida menor, pero le atribuyó toda una serie de dispendios poco claros.
El abrasador verano que vive Chiva, una localidad de secano donde se cultiva la vid y el olivo, se caldeó más cuando Francisco Hernández, concejal de EU, denunció en rueda de prensa que el PP le había ofrecido entrar en el equipo de gobierno y asumir la responsabilidad sobre alguna empresa municipal. Más aún, Hernández aseguró que un empresario de Manises le prometió, a través de un compañero de partido, "apoyo económico" si renunciaba a respaldar la moción de censura.
Con todos los ingredientes servidos, el pleno consumó ayer el relevo del alcalde del PP entre el estrépito de una traca que prendieron los vecinos con sus enfervorecidas defensas de los populares o los socialistas.
Concluido el acto, la policía tuvo que escoltar a Antolí hasta su casa entre las acusaciones de "ladrón" o "sinvergüenza" con que le acosaron sus antiguos votantes.
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