Repsol desata las iras de los consumidores al subir el gasóleo cuatro pesetas en una semana

La escalada de los precios de los carburantes se reaviva. Repsol YPF ha decidido incrementar en dos pesetas el precio del litro de gasóleo desde esta madrugada. Con este aumento, el segundo de la misma cuantía en una semana, el coste de este carburante se eleva a 119,9 pesetas. Fuentes del sector prevén que el gasóleo supere las 122 pesetas para la próxima semana. El incremento se produce un día después de que Repsol elevara dos pesetas el gasóleo agrícola y de calefacción, hecho que ha desastado una nueva oleada de críticas de los consumidores contra las petroleras.

El incremento del precio del gasóleo que se produjo el jueves de la semana pasada fue el aviso de una nueva oleada de incrementos de los costes de los carburantes que, según la actual situación del mercado, parece imparable. El barril de crudo no baja de los 30 dólares a pesar de las presiones de EE UU y Europa para que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) produzca más crudo y la peseta, arrastrada por la debilidad del euro, ha perdido valor frente al dólar hasta cotizar a más de 184. Añadido a esto, la cotización del precio del gasóleo ha subido 21 dólares por tonelada en la última semana.Según fuentes del sector petrolero, el cóctel de estos factores no augura más que nuevas subidas de los precios de los carburantes a corto plazo. Las mismas fuentes proyectan una subida mínima de entre 2 y 2,5 pesetas del precio del gasóleo para la próxima semana, con lo que su precio se elevaría a más de 122 por litro. También se espera que las otras dos grandes petroleras del mercado español, Cepsa (25% de cuota de mercado) y BP (10%) secunden casi inmediatamente a Repsol YPF (45%) debido a que, según afirman, sus márgenes de ganancia por la venta de carburantes es tan deficitario como el de la compañía que lidera el sector. Todas las previsiones son muy malas para el bolsillo del consumidor y para cualquier esfuerzo en la contención de la inflación.

La demanda de gasóleo ha crecido fuertemente por el factor estacional, es decir, la llegada del otoño y la proximidad del invierno en el hemisferio norte. Pero añadido a esta situación que se repite cada año está la escasez de crudo en el mercado. Europa tiene un déficit del 40% de capacidad de producción de gasóleo, por lo que debe comprar lo que le falta a precio de mercado. Ayer, el precio internacional del litro de gasóleo era de 49 pesetas, cinco por encima del de la gasolina sin plomo.

La nueva escalada de los precios de los carburantes tras la relativa calma que se vivió entre junio y mediados de este mes, ha reavivado la protesta social. El gasóleo ha subido cuatro pesetas en una semana y la subida de hoy se produce 24 horas después de que Repsol YPF aumentara en dos pesetas los gasóleos agrícola y de calefacción, hasta las 78,43 y 83,66 pesetas por litro, respectivamente.

En respuesta al incremento, las organizaciones agrarias anunciaron ayer que adelantarán sus movilizaciones previstas para octubre para reclamar soluciones al encarecimiento del gasóleo agrícola, que, según un estudio de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), aumentó 33 pesetas, un 75%, en el último año y medio. Según el informe, este aumento ha supuesto unas pérdidas al sector de más de 182.600 millones de pesetas. La COAG acusa a las petroleras y al Estado de ser los únicos en beneficiarse de estos aumentos.

Por su parte, la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) propondrá a la Plataforma Nacional de Consumidores de Carburantes un boicot a las estaciones de servicio de Repsol YPF, mientras que la Asociación de Jóvenes Agricultores (ASAJA) solicitó una reunión con los responsables de los ministerios de Agricultura, Economía y Hacienda para estudiar soluciones a este problema, "porque parece ser que el Gobierno está más interesado en la subida del IPC que en paliar los precios de los carburantes", declararon fuentes de ASAJA.