Espera en el pudridero
Los restos de María de las Mercedes de Orleans reposaban hasta finales de julio en un túmulo de la basílica del monasterio de San Lorenzo de El Escorial, en un deambulatorio situado en el lado del evangelio, en una capilla dedicada a Santa Ana. Una lápida de mármol de Carrara con vetas grisáceas, cubierta con un paño de lana, dejaba ayer ver, bajo una cruz griega con silueta dorada y entre dos grandes escudos polícromos con flores de lis, una inscripción latina: Maria de Mercede Alphonsi XII Dulcissima Conivx. El monasterio posee un panteón subterráneo con 26 sepulcros marmóreos, tres de ellos vacíos, de reyes y reinas de España. En otro panteón, de Infantes, yacen hijos y parientes directos de monarcas.Pero en la cripta regia sólo pueden ser enterradas las reinas que hayan reinado y sido, simultáneamente, madres de reyes. No era el caso de María de las Mercedes, que murió sin descendencia y cuyos restos, extraídos de su capilla un lunes de julio, esperan su traslado a Madrid en el pudridero de Infantes, recinto que alberga una decena de nichos.
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