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El delegado del Gobierno pide ayuda a patriarcas gitanos para hallar a Jonathan

Dentro de tres días se cumplen tres meses desde que el pequeño Jonathan, un niño rubio de tres años y ojos azules, desapareció en un hipermercado de San Fernando de Henares. En este tiempo no se ha encontrado una pista que indique dónde está el pequeño. Ni siquiera se sabe si está vivo o muerto. El delegado del Gobierno en Madrid se reunió hace unos días con varios patriarcas gitanos para pedir su ayuda. La madre y la abuela de Yony han recorrido infructuosamente media España en su busca.

La reunión fue un fracaso porque los patriarcas le comentaron al delegado del Gobierno, Francisco Javier Ansuátegui, que no saben nada acerca del chaval. Aseguraron que el niño no ha sido secuestrado por ninguna familia gitana, porque, de haber sido así, se habrían enterado. Y añadieron que la madre y la abuela del pequeño desaparecido no están enemistadas con ningún otro clan, motivo que pudiera haber dado lugar a un posible secuestro. Ansuátegui les solicitó la máxima colaboración para encontrar sano y salvo al niño. Y los patriarcas aceptaron el compromiso.Las fuerzas de seguridad están en la alerta. Tanto, que hace unos días, la Guardia Civil de Medina del Campo (Valladolid) llegó a detener a Inmaculada Carbonell, de 38 años, la abuela del pequeño desaparecido, por pensar que esta mujer le había secuestrado.

El hecho se produjo cuando Inmaculada Carbonell acudió a Salamanca siguiendo una pista del pequeño Jonathan: recibió una llamada de un hombre que sospechaba que su patrón había secuestrado al niño porque no tenía hijos y deseaba uno. Cuando Carbonell viajaba de regreso a Madrid, se paró en una tienda y dejó a Adolfo, el hermano mayor de Jonathan, de cinco años, en la puerta del establecimiento.

Un vecino de Medina del Campo vio al pequeño Adolfo y le confundió con su hermano Jonathan, debido al notable parecido existente entre ambos. Entonces avisó a la Guardia Civil, cuyos agentes acudieron al establecimiento y se llevaron a la abuela y al chaval al cuartel para comprobar sus identidades. "Cuando los vi, me imaginé que venían a preguntarme por el niño. Les dije que era la abuela del Jonathan y que ese chaval no era el Yony, sino su hermano Adolfo. Pero me llevaron al cuartel", explicó ayer Inmaculada. "Saqué una foto del Yony que llevo en la cartera y les dije: 'Miren, éste es mi Yony y éste es su hermano, el Adolfo...'. ¡Hasta le preguntaron a Adolfo cómo se llamaba!", añadió. "Fue un mal rato, pe- ro me ha servido para comprobar que la policía y la Guardia Civil están muy pendientes para encontrar al Yony", comentó.La abuela y la madre del pequeño, Rosa Barrull, de 21 años, han recorrido media España en los últimos días en una furgoneta en busca del pequeño. Han pegado carteles con la cara del pequeño en gasolineras, peajes, restaurantes, calles...

"Primero fuimos a Barcelona y allí estuvimos un par de días buscándole", según Inmaculada. De allí se fueron a Salamanca, para regresar a Madrid. Tras un descanso de dos días, hicieron el petate y pusieron rumbo al sur. Llegaron hasta Granada. De allí, a Almuñécar, Málaga, Motril, Sevilla y Córdoba. "La gente nos preguntaba quién era el niño y nos trató muy bien, nos deseaban suerte, que encontráramos al chaval", comentó la abuela. "En un pueblo de Sevilla nos dijeron que lo habían visto, pero resultó mentira", agregó. "Nos llaman para engañarnos. La gente es muy cruel".

La furgoneta recaló en la frontera con Portugal y llegó a cruzarla. "Estuvimos pegando carteles en algunos pueblos de Portugal por si le hubieran sacado de España", aclaró.

Inmaculada y Rosa no descansan en la búsqueda. Piensan recorrer la otra mitad de España que les queda en busca del niño. Este próximo fin de semana partirán en su furgoneta. De momento, la recompensa de ocho millones de pesetas que ofrece la familia por una pista no ha dado resultado.

El defensor del Menor, Javier Urra, que ha tenido varios contactos con Ansuátegui, ha sido informado por éste de la reunión que mantuvo con los patriarcas gitanos. "Estoy satisfecho", dice Urra, "porque me consta que la policía no ha dejado de buscar a Jonathan".

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