NORIEGA Y SBARAGLIA, LA SONRISA DE DOS SEDUCTORES
Llega a las pantallas Plata quemada, cuarto filme del director argentino Marcelo Piñeyro, con Eduardo Noriega y Leonardo Sbaraglia, dos de los jóvenes actores más atractivos de España y Argentina, respectivamente.
Uno de los sex symbols españoles, Eduardo Noriega, de 27 años, y uno de los más guapos actores del cine argentino, Leonardo Sbaraglia, de 30, forman una pareja explosiva en la película Plata quemada. Dos amantes de infarto con una relación "en la que cada uno tiene la certeza tatuada en su interior de que el otro es lo único que le pertenece y posee en el mundo", explicó el director del largometraje, el argentino Marcelo Piñeyro, en la presentación ayer en Madrid del filme, que llegará a las pantallas españolas el 1 de septiembre.Plata quemada -que se proyectará en la sección oficial fuera de concurso de la Mostra de Venecia y en el Festival de Toronto-hace trizas la imagen habitual de Eduardo Noriega de cara a su público. El actor encarna a Ángel, un tipo primitivo y paranoico que oye voces y vive una doble clandestinidad, por su historia de amor con El Nene (Leonardo Sbaraglia) y su huida de Buenos Aires a Montevideo, tras un tiroteo con la policía en el transcurso de un ataque en 1965 a un furgón blindado.
"No me dio miedo perder la imagen de galán, es más, la condición de gay del personaje ni me la planteé", afirmó ayer Noriega. "Me da igual mostrar amor por un hombre o una mujer", puntualizó el actor cántabro.
A su lado El Nene, un delincuente culto y seductor encarnado por Leonardo Sbaraglia, un célebre actor en Argentina, que ya había trabajado con Marcelo Piñeyro en las tres películas dirigidas por el cineasta hasta la fecha: Tango feroz: la leyenda de tanquito, Caballos salvajes y Cenizas del paraíso. Y un tercero en discordia, el intérprete argentino Pablo Echarri en el papel de Cuervo, el conductor que, junto a la pareja, huyen protegidos por la mafia bonaerense a Uruguay.
"Estábamos expectantes de cómo concebir la relación de los dos personajes y Eduardo entendió desde el principio el guión y el código de un nuevo país", señaló Sbaraglia."Se trata de personajes elementales,que no dicen te quiero en toda la película y su amor se adivina por las miradas, el tacto y los gestos", señaló Noriega. Así que los dos actores buscaron la química entre ellos.
El largometraje -basado en la novela homónima de Ricardo Piglia, que a su vez se inspiró en una historia real que comocionó a las sociedades argentina y uruguaya- fue estrenado en Argentina en mayo, con la clasificación de mayores de 18 años en los cines y de prohibida la emisión en las televisiones. Los calificadores "no podían alegar que la vetaban por tratar el tema de la homosexualidad, porque es anticonstitucional", señaló Piñeyro, "y temimos que la gente no fuera al cine, pero unas 700.000 personas han visto la película, lo que demuestra que la gente va por delante de los pequeños estratos de poder que creen que deben preservar la moral".
Sbaraglia, un desconocido para el público español, puede convertirse en uno de los galanes del panorama cinematográfico español. En octubre abandonará Argentina para trasladarse a España, donde rodará bajo las ordenes de Juan Carlos Fresnadillo su ópera prima, Intacto, y en febrero una producción de Luis Cuerzo. Su llegada ha sido acogida con gran expectación en el mundo del cine, pues es uno de los jóvenes actores de más prestigio en su país, con una destacada participación en cine, teatro y televisión.
Noriega hizo ayer un alto en el rodaje de El espinazo del diablo, de Guillermo del Toro, película en la que comparte reparto con Marisa Paredes, para la presentación del largometraje. Y próximamente se incorporará a Visionarios, un filme de Manuel Gutierrez Aragón, en el que aparecen también Ingrid Rubio, Emma Suárez, Fernando Fernán Gómez y Karra Elejalde.
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