SILENCIO POR LAS VÍCTIMAS, GRITOS POR LA PAZ.
Ante las puertas de los edificios institucionales y en las plazas de la mayoría de municipios de la Comunidad Valenciana se concentraron ayer centenares de personas para mostrar su repulsa por el atentado de ETA perpetrado en Huesca el domingo contra dos agentes de la Guardia Civil y pedir la unidad de los demócratas en favor de la paz. Si por la mañana se guardaban cinco minutos de silencio como señal de luto, por la tarde asociaciones no gubernamentales -como ocurrió en otras ciudades españolas- convocaron a los ciudadanos para manifestar la repulsa del terrorismo, pedir la unidad sin fisuras de los partidos democráticos y reclamar un escenario de paz marcado por el diálogo. En las capitales de la Comunidad, los responsables políticos expresaron la condena por la última ofensiva etarra.
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