Metro a metro
Las grandes obras del suburbano en la capital y en los municipios del sur alcanzan la velocidad de crucero durante estos meses del verano
El estío es tiempo de calles vacías por vacaciones. Pero también se ha convertido en tiempo de obras cuyo coste global supera los 200.000 millones, de acelerar las grandes infraestructuras para afrontar con holgura los plazos de ejecución frente a la ralentización que imponen las lluvias del otoño. En ese acelerón, el paseo de la Castellana, en obras para acoger bajo el cruce con Raimundo Fernández Villaverde la macroestación que dará servicio a la conexión del metro con el aeropuerto de Barajas, recuperó el miércoles pasado el tráfico en los seis carriles de la izquierda en dirección hacia la plaza de Cibeles.Los carriles que discurren junto a las arcadas del complejo de Nuevos Ministerios están, desde el pasado miércoles, vedados al paso de vehículos. Sobre la calzada, grandes círculos y rectángulos marcados en fucsia y verde fosforescente se entrecuzan con grandes líneas azules y cruzetas amarillas. Son las señales que marcan las perforaciones que se acometerán a partir de mañana. Este lunes también se cerrará el acceso a la estación de Renfe ubicada junto a Nuevos Ministerios, aunque la medida no afectará a los viajeros que utilizan para sus desplazamientos la red de Cercanías: se mantiene abierto el vestíbulo de la calle de Raimundo Fernández Villaverde.
La multiplicidad de servicios y galerías subterráneas que confluyen en ese punto ha obligado a utilizar métodos tradicionales de excavación para abrir el túnel que conectará el "Madrid financiero con el aeropuerto de Barajas", como le gusta decir a Luis Eduardo Cortés, vicepresidente regional y consejero de Obras Públicas y Transportes. El viernes pasado, un grupo de ocho hombres trabajaba a 14 metros de profundidad, justo debajo del túnel de la risa, dando forma a la bóveda del pasillo que enlazará las líneas 10 y 6 del suburbano (Aluche-Fuencarral y Circular). Cada 24 horas avanzan dos metros y medio de túnel. Y para ello se necesitan 24 hombres trabajando en turnos de ocho horas. La maquinaria que manejan se reduce a martillos picadores para perforar las paredes, palas y cintas transportadoras para sacar la arena. "Hay que trabajar centímetro a centímetro. No se puede meter ninguna máquina porque lo destrozaría todo", explica José Antonio Porres, jefe de obras en Nuevos Ministerios. Y todo no se sabe exactamente lo que es: no existe un mapa que especifique todos los colectores y galerías que discurren bajo el suelo de Madrid. En los 14 metros que median entre la galería que están abriendo y la superficie se han encontrado, por ejemplo, con pasillos de la estación de Renfe que no se utilizaban. Por ello, en medio de los montones de tierra y las vigas de madera que apuntalan las paredes se entrecruzan tramos de suelo adoquinado como las aceras.
Cuando esté terminada la galería, será un pasillo con cinta transportadora que acogerá a parte de los 65.000 viajeros que, según los datos de la Comunidad, utilizarán el nuevo ramal de la línea 8 para ir o volver del aeropuerto de Barajas en apenas 12 minutos. Será en el año 2003, y para entonces estarán resueltas ya las negociaciones que mantiene el Ejecutivo regional para que la Unión Europea financie parte de los 32.000 millones que cuestan estos trabajos.
Para entonces también los piquetas, como se les llama en el sector, habrán abierto -como si se tratara de la galería de una mina- el túnel por el que circulará el suburbano entre Nuevos Ministerios y la siguiente estación (Colombia). En el subsuelo de la Castellana no caben los enormes topos mecánicos utilizados en los 38 kilómetros de metro realizados durante la anterior legislatura. El Ejecutivo regional ha tenido en cuenta, para renunciar al uso de las gigantescas tuneladoras, que el tramo entre esas dos estaciones discurre bajo el paseo de La Habana y que las vibraciones de la máquina podrían afectar a gran número de inmuebles. El otro tramo de la línea, entre Colombia y Mar de Cristal, se abrirá con una tuneladora que empezará su camino mañana, lunes.
A unos 20 kilómetros de allí, junto a Getafe norte, ya está todo preparado, en cambio, para que empiecen a trabajar las tuneladoras. La inexistencia de edificios en esa zona ha permitido abrir un inmenso boquete de 18 metros de profundidad junto al que se amontonan los 150.000 metros cúbicos de arena y capas de yeso removidos en este punto para la construcción del metrosur. Entre la arena aún quedan rastrojos del cereal que creció en ese paraje hasta hace dos meses.
La gran apuesta del Ejecutivo regional en el campo de las infraestructuras tendrá un coste de 155.000 millones, a pesar de que se beneficia de que gran parte de las obras se están realizando a cielo abierto. Ya están empezadas las 27 estaciones que tendrá esa línea de conexión entre las principales localidades del sur. "Están también en construcción todos los pozos de ataque de las tuneladoras", señalan fuentes de la Consejería de Obras Públicas. Dos de las tres tuneladoras que harán los 40,8 kilómetros de túnel que tendrá el metrosur saldrán a mediados de octubre de estos campos de Getafe norte, conocidos como El Bercial.
Una de las tuneladoras, propiedad de la empresa Dragados, se abrirá camino en dirección a Leganés, y la otra, comprada por Ferrovial, hacia Getafe. Esta última, dotada con un motor más potente para poder horadar las capas de yeso características del subsuelo de la zona, se ha adquirido expresamente para esta obra. Sus piezas, repartidas el viernes junto al borde del pozo, llegaron hace un mes desde Alemania. Una gigantesca grúa montaba los anillos que darán forma a la bóveda del túnel. Cuando todas las piezas estén unidas, se bajarán a los 18 metros de profundidad del pozo y la máquina empezará a horadar.
ENTRADA A CIELO ABIERTO PARA UN TÚNEL.
La primera tuneladora que empezará a trabajar en el metrosur ya ha llegado a su punto de partida. El Bercial, en linde con Getafe norte, se ha convertido en dos inmensos pozos a cielo abierto. El que aparece en la fotografía tiene 18 metros de profundidad.
Barajas empieza en Azca
De los rascacielos de Azca a las terminales del aeropuerto. La mayor multiestación subterránea de España, además de facilitar la facturación del equipaje, contará con un aparcamiento para taxis, autobuses y coches cuyos dueños tengan billete de ida y vuelta en el mismo día, como los usuarios del Puente Aéreo a Barcelona.Pero eso será en el futuro, cuando se vea el flujo de usuarios que se desplacen hasta Nuevos Ministerios con su vehículo particular. De momento, lo único que está decidido es el acceso de taxis y autobuses. Con el objetivo de facilitar la maniobrabilidad de estos últimos, se ha modificado sobre la marcha la anchura de las rampas de entrada y salida, construidas frente a las arcadas de Nuevos Ministerios. Así se deja abierta, además, la posibilidad de que las rampas tengan circulación de doble dirección cuando esa infraestructura se abra a los vehículos particulares, según técnicos de Obras Públicas.
En el vestíbulo principal de la futura estación -tres veces mayor que las otras estaciones de metro- habrá entre 10 y 45 mostradores desde los que facturar el equipaje. Las maletas llegarán a Barajas aisladas en contenedores para garantizar su seguridad.
Maestros de 'piquetas'
Uno tiene 55 años. Otro, 52. Han dedicado más de 30 años de su vida a hacer túneles. José Alomé y Arturo del Río, capataz y encargado de obra, respectivamente, en la macroestación de Nuevos Ministerios, son la memoría viva de la expansión del suburbano en Madrid. Dos piquetas que, cuando se les pregunta en qué obras del metro han trabajado, contestan al unísono: "En todas".Alomé estuvo a punto de morir en el hundimiento que, en los años 70, costó la vida a siete compañeros durante la construcción de la estación de Colombia. Algo que no le gusta recordar. Con el tiempo se ha convertido en uno de los últimos especialistas en el sistema de excavación conocido como método belga. "Debería llamarse método tradicional de Madrid, porque este tipo de terreno sólo se encuentra en Madrid", apunta Alomé en referencia a la dureza que la mezcla de arcilla y arena del subsuelo madrileño impone a la excavaciones.
"Esto es calor, polvo, humedad, arena, agua...", relata José Antonio Porres, jefe de obra. Desde hace 17 años forma equipo con Alomé y Del Río. Los tres coinciden en que, hasta ahora, los trabajos en Nuevos Ministerios van bien porque no se han encontrado ninguna vía de agua. Ésta fue una de las principales dificultades que tuvieron que afrontar los obreros para conectar las entonces líneas 10 y 8 en la plaza de Gregorio Marañón. El paseo de la Castellana está asentado sobre el cauce de un antiguo arroyo y las vías de agua eran constantes. Cuando el taladro pilla alguno de los surcos por los que discurre el agua, brota de imprevisto un chorro a presión que empapa a todo cuanto le rodea. "Es terrible presionar el martillo taladrador contra la pared empapado desde la cabeza a los pies. La arena que se desprende de las paredes se convierte en un barrizal espeso imposible de mover con las palas.
El coste del método belga (abrir galerías de modo similar a las de las minas) es similar al trabajo con tuneladoras: 1,5 millones de pesetas por metro lineal de túnel. No son, por tanto, razones económicas las que han hecho que se generalice el uso de topos gigantes en la construcción de túneles.
El problema radica en la escasez de mano de obra. "La gente ya no sabe trabajar con este sistema... y los pocos que hay, cuando encuentran otra cosa, no quieren volver", resume Porres. "En Madrid es un bien escaso la gente experta en abrir un túnel a mano. Sólo hay unos 200 o 300, que en buena parte trabajan para el alcantarillado".
'Los Mares del Sur'
Las obras del metrosur van a acabar con la tradición de poner nombres vinculados con Madrid a las tuneladoras que abren los túneles. La Chata, La Paloma o Puerta del Sol compartirán protagonismo con una recién llegada: Los Mares del Sur. Aún no está bautizada oficialmente, pero el mentor de su nombre es el propio consejero de Obras Públicas y Transportes, Luis Eduardo Cortés. "Suena bonito y hay que dejar volar la imaginación", dice Cortés. "Creemos que es porque va a trabajar en el sur de Madrid", apuntan los técnicos. Tiene un escudo de igual tamaño que sus hermanas (9,5 metros de diámetro), pero un motor más potente.
Puerta a Cuatro Vientos
Las obras de ampliación de las estaciones de la línea 10 entre Alonso Martínez y Aluche casi han concluido en la primera de ellas. Tanto Alonso Martínez como Tribunal se abrirán de nuevo a los viajeros el próximo noviembre. Se encuentran también muy avanzadas las obras en la plaza de España, así como las de la estación que se está construyendo en plena Casa de Campo. Ya está terminada la estructura vertical de la futura Puerta de Batán. Desde que se cortó el servicio de trenes el pasado 15 de junio se han construido en total 50.000 metros cuadrados.Desde ese punto parte el ramal que enlazará la línea 10 con el metrosur. En la primera de las tres nuevas estaciones previstas (Colonia Jardín) se está terminando la estructura vertical y el pozo para la tuneladora. La Adelantada comenzará a hacer el túnel hasta la parada de Cuatro Vientos en octubre. Desde esa estación saldrá la tunelador Puerta del Sol camino de Alcorcón.
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