Desmantelada una red que traía magrebíes a Alicante tras cruzarlos en pateras

Un millón de pesetas, varias horas de angustia en una patera y un viaje tortuoso desde las costas andaluzas a la provincia de Alicante. Es el precio que han pagado decenas de magrebíes a una organización que la policía acaba de desmantelar en varias localidades alicantinas. De momento, sólo hay dos personas detenidas: los marroquíes M. Z., de 29 años, y M. Z., de 44, a quienes se les acusa de inmigración ilegal. A los inmigrantes se les facilitaba documentación falsa y eran empleados en almacenes hortofrutícolas.

Cada vez que uno de los detenidos regresaba a su domicilio de Almoradí (La Vega Baja) desde el norte de Marruecos -viajes que según la policía realizaba constantemente- se incrementaba el número de marroquíes en esa localidad del sur de la Comunidad. Cuando sus compatriotas se levantaban al salir el sol para ir a trabajar a los almacenes hortofrutícolas de La Vega Baja, M. Z. se quedaba en la cama. No trabajaba, pero manejaba dinero. Mucho dinero. Ni siquiera lo disimulaba, según la policía. Por eso, y porque fue delatado por un inmigrante marroquí, lo apresaron en su casa el 16 de agosto.En su vivienda se hallaron 31 documentos, al parecer falsificados, a nombre de ciudadanos marroquíes con sus correspondientes fotografías que aguardaban su turno en el norte de Marruecos para alcanzar las costas andaluzas en pateras.

Una vez en la provincia de Alicante, el otro miembro de la organización, residente en Crevillente (Baix Vinalopó), les facilitaba documentos falsos (certificados de empadronamiento, resguardos de tarjetas en régimen general) acreditativos de estancias en España en fechas anteriores a las requeridas legalmente, para así intentar iniciar el proceso de regularización. Por cada uno de los documentos cobraba alrededor de 60.000 pesetas, según la Brigada Provincial de Extranjería y Documentación de Alicante.

Los inmigrantes captados por esta red eran luego empleados por terceras personas en diversas localidades de Alicante, principalmente en labores hortofrutícolas. La policía sigue la pista a otros miembros de la red.