Kabila hace fracasar la cumbre africana sobre la paz de Congo
Varios líderes africanos amenazaron ayer con adoptar sanciones contra la República Democrática de Congo (RDC) tras el fracaso de la cumbre de Lusaka, capital de Zambia, que tenía como objetivo reactivar el proceso de paz en el tercer país más grande de África. El presidente congoleño, Laurent Kabila, se negó a ceder en dos asuntos clave: el despliegue de tropas de la ONU y la organización de un diálogo intercongolés arbitrado por el ex presidente de Botsuana Ketumile Masire.
La salida negociada de la guerra de Congo, que ha cumplido dos años el 2 de agosto, ha entrado en un callejón sin salida. Kabila y sus principales aliados de la zona, los presidentes Robert Mugabe, de Zimbabue, y Sam Nujoma, de Namibia, abandonaron la reunión, celebrada a puerta cerrada, tras 13 horas de conversaciones. Dentro se quedaron los otros dirigentes de la denominada Comunidad de Desarrollo para África del Sur (SADC, en sus siglas en inglés), que continuaron hablando durante seis horas.En el comunicado final se reitera el llamamiento a Kabila para que acepte el despliegue de los 5.000 cascos azules aprobados por el Consejo de Seguridad con el fin de apoyar la misión de los 530 observadores militares, y cuya presencia en el terreno se considera esencial para verificar el alto el fuego dos veces firmado y nunca respetado.
Otro revés para la posición defendida por Kabila es "el respaldo completo" de los reunidos al mediador Masire (facilitador, en el lenguaje oficial de los acuerdos de paz) nombrado con el apoyo de la Organización para la Unidad Africana.
Kabila se niega a aceptar a Masire, a quien acusa de actuar como un virrey debido a sus reiterados intentos por reunirse con los jefes de las tres guerrillas (apoyadas por Uganda y Ruanda) que luchan desde 1998 contra el Gobierno de Kinshasa, y cuya participación en el llamado diálogo intercongolés está recogida en los acuerdos de paz firmados en Lusaka al año pasado.
De acuerdo con los analistas, el rechazo de Kabila a aceptar estas dos condiciones, esenciales en los acuerdos de Lusaka, puede significar la prolongación del conflicto y el riesgo de una partición de Congo. "Podemos prepararnos para un aumento de las hostilidades", manifestó el experto Herman Hannekom.
El presidente de Zambia, Frederick Chiluba, dijo que el siguiente paso podría ser la adopción de sanciones en caso de que Kabila no ceda. "Por ahora no parece que sean necesarias [las sanciones], pero llegado el momento y la ocasión, se considerará esa posibilidad", manifestó Chiluba.
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