La noche de Juan Valderrama
Y llegó Valderrama
A los cantaores se les puede conocer tanto por su cante como por lo que dicen.En el Festival Nacional de Cante de Las Minas, que se celebra desde hace 40 años en La Unión (Murcia), José Domínguez, El Cabrero, por ejemplo, cuando anunció que iba a cantar por malagueñas, explicitó las dos razones que le asistían para ello: "Una porque me da la gana y otra porque quiero". Y cantó como él suele cantar: con buena voluntad, una hermosa voz y una cierta monotonía.
Por añadidura, algunos de los temas los hizo a un trote ligero que obligaba a Manuel de Palma a tocar con el acelerador puesto.
Manuel Agujetas fue fiel a sí mismo, en una de esas actuaciones características: cante breve, en que a veces afloraron ecos de su grande y huidiza clase y mucho charloteo.
Una joven bailaora de estas tierras, Nadia Márquez, es un buen ejemplo del baile que se acuña en las academias: pasos medidos escrupulosamente, muchos zapateados, recursos tópicos. Nadia se entrega a todo ello con aplicación, quizás demasiada, porque finalmente lo que resulta es una serie de evoluciones mecanizadas, y el baile flamenco no es sólo eso, sino también corazón y sentimiento para romper con la norma si llega el caso y hacer algo personal.
La noche fue de Juanito Valderrama, por supuesto, el personaje a quien se rinde homenaje en este festival, 85 años y todavía cantando con sabiduría. Lo conoce todo y casi todo lo canta con autoridad y gusto.Se dice que este festival existe porque en el año 1960 él quiso cantar aquí una taranta y el público se la protestaba, reprochando él a su vez a la audiencia que estuviesen dejando perder el bello patrimonio musical de los cantes de esta tierra. Y entonces surgió el festival, hace ya 40 años, y esos cantes prevalecen hasta hoy con mayor pujanza de la que nunca tuvieron.
Valderrama hizo unos cuantos de esos cantes esta noche, con dulzura y con un profundo sentimiento.
Hizo otros muchos estilos, de la más variada índole, demostrando la amplitud de sus conocimientos y su excelente forma para transformarlos en cante.
Fue despedido con el público en pie ovacionándole reiteradamente, y Juan Valderrama dijo adiós emocionado al pueblo de la Unión, al que no sabía si volverá en este último tramo de su vida.
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