Dos cubanos desertan durante el Mundial júnior de béisbol

Balseros

Dos jugadores cubanos de la selección de béisbol que disputaba el Campeonato del Mundo júnior en Edmonton (Canadá), desertaron el lunes y el sábado de la pasada semana, según informó Joe Kehoskie, uno de los agentes estadounidenses que facilita su resinserción posterior en los equipos de las Grandes Ligas norteamericanas. Kehoskie no dijo el tercer país al que habían viajado, pero aseguró que en él tendrían el correspondiente permiso de residencia antes de entrar, como suele ser habitual, en su destino final de Estados Unidos. Cuba, en el plano deportivo, se llevó otro disgusto al perder en semifinales frente a Estados Unidos, por 5-3. Víctor Mesa, el seleccionador, ironizó tras la derrota y las deserciones: "Creo que hay entre ocho y 10 jugadores que pueden haberse ido".El lanzador (pitcher) Yolexandry Reina, de 18 años y el receptor (catcher) William Plaza, de 17, podrán así seguir los pasos con contratos millonarios de otros cubanos que lleva Keohoskie, como Jorge Díaz y Osmani García, que ya están en los Rangers de Texas, el receptor Ángel López (olímpico con Cuba en Atlanta 96) y el lanzador Alain Hernández.

El béisbol, deporte nacional en Cuba, es el que ha proporcionado más deportistas huidos del país en busca de mejor vida. A finales de julio, la última de sus figuras, Andy Morales, consiguió llegar en balsa a territorio estadounidense tras haber sido devuelto un mes antes.Lejos del espectáculo montado por Fidel Castro y Hugo Chávez, con un partido entre veteranos de Cuba y Venezuela, o de los dos encuentros Cuba-Baltimore Orioles, la realidad es que en cada ocasión que han podido, los jugadores han ido desertando y la mayoría de la mano del representante más famoso, Joe Cubas.

Las autoridades cubanas acusan siempre del acoso imperialista para desertar, pero "nadie deserta si no quiere", como dijo Roberto El Duque Hernández, considerado por muchos el mejor pelotero cubano de los últimos tiempos. Tras irse su hermano Liván, que triunfó en los Marlins de Miami, El Duque se arriesgó en balsa hasta las Bahamas y es ahora uno de los lanzadores de los campeones, los Yankees de Nueva York.

Las deserciones se han sucedido en todos los deportes menos profesionales, teóricamente en menor medida, pero a veces de forma masiva como en los Juegos Centroamericanos de Puerto Rico, en 1993, donde desertaron 42 deportistas, o en los pasados Juegos Panamericanos, donde se fue una docena. Y hay nombres conocidos que han dejado Cuba, como las esgrimistas Taymí Chappé o Ileana Duarte, la atleta velocista Liliana Allen, el lateral de balonmano Duranona, o la voleibolista Magaly Carvajal.