_
_
_
_

Los hoteleros deben ofrecer alternativas al turismo masivo de sol y playa, según una tesis

Para mejorar los distintos destinos turísticos de la Comunidad es preciso incrementar la calidad del servicio y apostar por un turismo menos masificado y que, junto al tradicional producto de sol y playa, contemple otras ofertas, de tipo cultural, medioambiental, deportivo, etcétera. La responsabilidad principal de mejorar la oferta está en manos de cada empresario hotelero, factor fundamental para propiciar el éxito en la competitividad internacional. Así lo cree el profesor de turismo de la Universidad Jaume I de Castellón Vicente Monfort, y así lo argumenta en su tesis doctoral sobre Competitividad y factores críticos de éxito en los destinos turísticos mediterráneos: Benidorm y Peñíscola.

El trabajo, dirigido por Andrés Pedreño, fue defendido por su autor en 1999 y recibió la calificación cum laude. El estudio también obtuvo el premio del concurso Tribuna FITUR-Jorge Vila Fradera, otorgado este año por la Feria Internacional de Turismo al mejor trabajo de investigación del sector.De su lectura se desprende que tras 40 años de intensa experiencia turística los hoteleros en general, y los empresarios valencianos en particular, han desarrollado un buen nivel de gestión turística. La Comunidad necesita, y ha conseguido, una red de establecimientos que acoja al turismo de masas. El autor, no obstante, insiste en la necesidad de diversificar y especializar la oferta, como vía para mantener e incrementar su competitividad frente a otros destinos turísticos, sobre todo bajo la premisa de que se está incrementando paulatinamente el turismo europeo de estancias cortas y el de sectores sociales, como la tercera edad, que demandan nuevas alternativas. Monfort recuerda que el turismo de sol y playa es el que arrastra a la mayor parte de los visitantes extranjeros, mientras que otros tipos de ofertas (turismo rural, cultural, etcétera) son todavía captadas por visitantes españoles.

Gran conocedor del sector turístico valenciano, resultado de una larga trayectoria en la Administración valenciana y de sus trabajos de investigación docente, Monfort defiende que el sector hotelero de un destino turístico es el "estrato que identifica con más claridad las pautas de gestión empresarial y los primeros atisbos de una cultura de empresa". El autor recuerda que la Comunidad Valenciana dispone de 451 kilómetros lineales de costa, e insiste en el peso que el turismo supone dentro de la economía valenciana y que históricamente "ha contribuido a compensar el desequilibrio estructural del déficit comercial español". Esta situación justifica sobradamente el análisis de la situación, su crítica y la búsqueda de nuevas líneas futuras de actuación.

Para explicar la situación de la hostelería litoral valenciana toma como unidad de contraste los modelos turísticos de Benidorm y Peñíscola, "los dos principales enclaves del negocio, líderes en sus respectivas provincias y focos principales de turismo". Por ello, argumenta su tesis en base a los resultados obtenidos de encuestas realizadas, entre finales de 1996 y principios de 1997, a 800 turistas de Benidorm y Peñíscola y a más de 160 hoteles de ambas localidades costeras.

Monfort parte de la premisa de que cualquier destino turístico, una vez alcanzada su "etapa de madurez", resultado de haber explotado sus recursos durante años, debe mantener e incrementar su nivel de demanda a través de la satisfacción y fidelización del cliente. Ésta es la principal tarea que debe conseguir desarrollar el turismo valenciano, que ha de incrementar la calidad del servicio, medida ésta por la diferencia entre las expectativas del cliente y sus percepciones "sobre el terreno". El estudio demuestra la buena consideración de Benidorm y Peñíscola en el ámbito regional y mediterráneo; una posición que a nivel internacional se debilita en el caso de Benidorm, mientras que Peñíscola se mantiene en buen lugar en cuanto al atractivo de su imagen. Con mejor o peor consideración, Monfort incide en la necesidad paralela para los dos destinos sujetos a estudio de asentar la clientela habitual y plantear nuevas ofertas de turismo cultural, deportivo y de negocios.

El autor pone de relieve la mejora sustancial, a lo largo de los años, del producto turístico valenciano, valorado por los visitantes, pero incide en los problemas derivados de la masificación y la importancia de pluralizar una oferta que no se limite al turismo de sol y playa. Monfort recuerda que Benidorm está creando una imagen de turismo congestionado y pone de relieve la necesidad de mejorar los recursos hídricos y medioambientales de la localidad. Para Peñíscola hace evidente una mejora de las comunicaciones. Todo ello unido a una mayor profesionalización de los servicios, en cuanto a recursos humanos y a la introducción de nuevas tecnologías y un mayor poder negociador frente a los operadores turísticos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_