Personal de Amappace ocultó a su presidenta la detención del gerente
La presidenta de la Asociación Malagueña de Padres de Paralíticos Cerebrales (Amappace), Mercedes Castro, pasó varias horas el 6 de junio en la residencia de la asociación sin que ningún trabajador le informase de que la policía judicial autonómica estaba, desde las 16.00 horas, en el edificio interrogando al entonces gerente, José Colomina Llorens, por la acusación de abusos sexuales a una joven tetrapléjica en el centro. Castro supo de la detención a las 21.00 horas, cuando el detenido fue trasladado a dependencias policiales.
Poder notarial
El relato de las circunstancias en que se produjo la detención del ex gerente de Amappace forma parte del sumario de más de 300 folios que se instruye en el Juzgado de Instrucción número 1 de Málaga y al que ha tenido acceso este periódico. Según este documento, la presidenta de Amappace, Mercedes Castro, llegó a la residencia a primera hora de la tarde, poco después de que la policía se personase para interrogar al gerente en relación con la denuncia de abusos sexuales reiterados de una joven tetrapléjica de 20 años.
La policía estaba tomando declaración a Colomina en el despacho de éste, y Castro pasó gran parte de la tarde en una sala próxima, pero no supo de la presencia de la policía hasta que, hacia las 21.00 horas, el ex gerente se puso en contacto con la representante legal de la asociación, Araceli González, para pedirle que lo asistiera en la declaración ante el juez; aunque finalmente, al considerar la asociación que se trataba de un asunto privado, se le recomendó que solicitase un abogado distinto.
Cuando se llevó a cabo la detención del ex gerente, se vivieron momentos de tensión entre la policía y uno de los trabajadores, que trató de impedir que se lo llevasen. Colomina, que es socio fundador de Amappace como padre de un afectado de parálisis cerebral, llevaba en exclusiva la contratación y el trato posterior con los trabajadores en su condición de director de la residencia.
El peso de Colomina en la asociación era, según han confirmado fuentes cercanas a Amappace, enorme. En 1982, al poco de hacerse cargo de la gerencia, el entonces presidente de Amappace, Jesús Lavín, firmó un poder notarial por el que se otorgaba a Colomina la facultad de "representar a la asociación en todas las funciones de contratar, despedir y premiar al personal, así como de gestionar y cobrar todo tipo de ayudas destinadas a Amappace en los organismos oficiales". Este poder notarial fue anulado el pasado 14 de julio por la presidenta.Colomina también tenía, en su condición de gerente, firma en todas las cuentas bancarias de Amappace, así como en las de gran parte de los residentes; tanto de los que tienen familia -siempre que ésta hubiera dado su consentimiento-, como en las de los menores tutelados por la Junta que están internados en la residencia, ya que la asociación ejercía la tutoría legal de los mismos. Esta facultad también fue anulada tras su detención.
El ex gerente de Amappace está en prisión preventiva desde el 9 de junio por las denuncias de abusos sexuales contra dos internos del centro, uno de ellos un chico menor de edad. En los juzgados de Málaga se investigan también otras seis denuncias contra Colomina y otros tres trabajadores de Amappace por presuntos malos tratos, abusos sexuales e irregularidades económicas. Aparte de la investigación judicial, la asociación pidió una auditoría externa de sus cuentas y lleva a cabo una investigación interna para averiguar a dónde han podido llegar las irregularidades.
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