Telecom Italia desafía al imperio televisivo de Berlusconi con la compra de Telemontecarlo, tercera emisora del país

Telecom Italia se prepara para competir con Berlusconi, propietario de Mediaset, el primer grupo privado de televisión italiano, con la compra de Telemontecarlo, tercera emisora del país tras la estatal RAI y Mediaset. El importe de la operación será de unos 85.000 millones de pesetas. El acuerdo de compra es de gran complejidad, ya que la legislación italiana no permite la compra de una televisión terrestre a una compañía que, como Telecom, tiene una concesión pública de telecomunicaciones. Según los primeros datos, la operación se estructurará como un acuerdo multimedia. Por un lado intervendrá Seat, sociedad que edita las Páginas Amarillas italianas y aliada de Tin.it, la división en Internet de Telecom. Por el otro participará la Cecchi Gori Communications, propiedad del millonario florentino Vittorio Cecchi Gori. En una segunda etapa Seat compraría el grueso de las acciones de Telemontecarlo, en cuyo consejo de administración tendrá una plaza Cecchi Gori.

Parte del precio que Seat-Tin.it pagará a Cecchi Gori para crear un tercer grupo de comunicación italiano capaz de competir en el terreno de la televisión digital y de Internet será abonado en efectivo y parte en acciones de Seat. Al mismo tiempo, se creará una empresa con participación de ambos grupos, dedicada al desarrollo de la televisión digital, en la que Cecchi Gori aportará los contenidos. El acuerdo es beneficioso para este grupo, ya que había acumulado importantes deudas en el sector de televisión. Más rentable es su negocio de producción de películas.

Para Telecom Italia se trata de una excelente oportunidad de entrar en la televisión, aunque el presidente de la compañía, Roberto Colaninno, ha insistido, en un intento de evitar polémicas con Berlusconi, en que el interés de la compra se centra más en Internet que en la televisión generalista.

El anuncio de la compra de Telemontecarlo por un grupo en el que figura Telecom Italia, ex monopolio de telefonía, provocó ayer durísimas críticas de la oposición política y del grupo Mediaset, cuyo presidente, Fedele Confalonieri, había denunciado la operación antes de que fuera oficial. En un comunicado difundido ayer en Milán, Mediaset criticó una operación "que va en contra de las leyes del sector", y añadía que "el paso a través de Seat no cambia la sustancia del acuerdo", ya que la adquisición de ésta última por Telecom está prácticamente cerrada.