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LA SITUACIÓN DEL PAÍS VASCO

El PSOE pide a Mayor que aclare si es ministro o candidato a 'lehendakari'

Javier Casqueiro

El PSOE le ha trasladado en persona al ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, que debería clarificar cuanto antes su actual doble papel de responsable policial del Gobierno de José María Aznar y de aspirante a lehendakari por el PP en el País Vasco. Ha sido más una reflexión que una exigencia de renuncia de una de esas dos funciones, aunque algunos dirigentes de la nueva ejecutiva socialista lo consideran un necesario "toque de atención". Y se planteó en un entorno de discreción, como todas las discrepancias que ambos partidos mantienen sobre la situación en Euskadi.

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El PSOE y el Gobierno tampoco comparten totalmente su visión sobre lo que debe ocurrir si su alternativa política conjunta acaba por desalojar democráticamente al PNV de 20 años de ejercicio del poder en Euskadi. Mayor piensa que el panorama empezará entonces a resolverse, porque el PNV rectificará. La Ejecutiva Federal del PSOE tiene algo más que dudas sobre ese movimiento de retorno de los nacionalistas vascos. Aunque ayer mismo, Jesús Eguiguren, secretario de Relaciones Políticas del PSE, comentó que "la única forma de corregir" el panorama en Euskadi "es la alternancia política y que el nacionalismo salga de Ajuria Enea"; y Javier Rojo, vicesecretario general de ese partido, apostilló: "El nacionalismo sólo se modera en los funerales y cuando pierde las elecciones".Uno de los hombres fuertes de la nueva ejecutiva del PSOE, que dirige José Luis Rodríguez Zapatero se mostró ayer tajante ante las duras posiciones políticas de Mayor Oreja contra el PNV y sobre el País Vasco: "Lo que tiene que hacer si quiere ser, como parece, candidato a lehendakari, es dejar ya de ser ministro del Interior".

En la reciente reunión que celebraron en el ministerio del Interior el ministro y el secretario general de Presidencia Francisco Javier Zarzalejos, por parte gubernamental, con los tres interlocutores del PSOE sobre esta materia, Nicolás Redondo Terreros, Alfredo Pérez Rubalcaba y Jesús Caldera, la delegación socialista le hizo ver a Mayor que la situación podría ser algo mejor en Euskadi si él no jugase esos dos papeles al tiempo.

Los socialistas comparten actualmente la mayoría de los análisis y críticas que Mayor Oreja formula contra el PNV, pero temen que ese respaldo, "inequívoco y leal" por su parte, sea interpretado como un "seguidismo" sin criterio propio. Por eso quieren que se sepa nítidamente en calidad de qué habla Mayor Oreja, incluso para marcar sus distancias. El presidente del PSOE, Manuel Chaves, incidía en esa misma demanda en una entrevista publicada ayer por La Vanguardia: "La actuación de Mayor Oreja debe ser aclarada y resuelta por el Gobierno".

El ministro, ante ese comentario de sus interlocutores socialistas, aseguró que para él esa doble tarea tampoco era fácil de asumir y que podría traer consigo costes electorales en Euskadi para su candidatura. Mayor Oreja se extendió un rato sobre las posibles repercusiones electorales negativas que podría ocasionarle su discurso firme al señalar que no llegará "con una aureola inmaculada" a esa cita con las urnas en el País Vasco y al admitir que podría aparecer "tocado" para una parte del electorado.

PSOE y PP, además, difieren del escenario que se produciría en Euskadi una vez que el PNV deje de controlar el poder. Mayor sostiene que el PNV sólo cambiará cuando pierda esos anclajes. El ministro defendió ante sus interlocutores socialistas que ya es imposible que el PNV rectifique su opción soberanista y próxima a la autodeterminación.

Los socialistas están cada día más cerca de estas tesis pesimistas de Mayor aunque hasta hace muy poco querían conceder una oportunidad al PNV. Así quisieron que se entendiera la apelación que lanzó en público a los peneuvistas José Luis Rodríguez Zapatero, en cuanto fue elegido secretario general, para "salir del oscuro túnel". Incluso indicaron a Mayor que no era buena su estrategia "de acoso y derribo" contra el PNV y el lehendakari Juan José Ibarretxe. Mayor les replicó que ya era tarde para sus "buenas intenciones" y que el retorno del PNV era imposible. Es ahí donde el PSOE tiene más dudas. No porque no acepten que el PNV, Ibarretxe, Xabier Arzalluz y Joseba Egibar estén ya en otra órbita. Lo que no ven tan incuestionable son las consecuencias de un pacto poselectoral entre PP y PSOE, ni dan por seguro que el PNV corregirá su ubicación y que su amplio electorado se moderará en vez de radicalizarse.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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