Resurge el tráfico de heroína en Barajas después de siete años

Múltiples métodos

Aunque la cocaína es la droga que más se introduce a través de Barajas, la Guardia Civil se ha incautado en lo que va de año en el aeropuerto de casi 10 kilos de heroína. Esto representa un salto cualitativo ya que desde 1993 no se había detectado esta sustancia. También las aprehensiones de hachís y de drogas de diseño han aumentado considerablemente. La Guardia Civil lo atribuye a que el mercado de la cocaína está saturado.Los 29 hombres y una mujer que integran el Grupo de Investigación Fiscal y Antidroga (GIFA) de Barajas revisan aleatoriamente los equipajes y registran a los viajeros de los que los funcionarios de aduanas sospechan. "Hay agentes que llevan 20 años en este trabajo y pueden identificar a los camellos con sólo verles andar", asegura el portavoz.

En lo que va de año, el GIFA ha detenido a 126 personas y se ha incautado de droga por un valor superior a 3.000 millones de pesetas, una cifra equivalente al mismo periodo de 1999. La cocaína sigue siendo la sustancia que más se aprehende, pero la heroína, que desde 1985 se había reducido hasta desaparecer, ha vuelto a Barajas y en una cantidad nada desdeñable: casi diez kilogramos. Las incautaciones de otros estupefacientes también han aumentado: las de hachís se ha multiplicado por 20 y las de drogas de diseño, por 30. "Como en cualquier mercado, si un sector está saturado, los empresarios se meten en otro", explican en el GIFA.

Para introducir estas drogas se emplea desde el doble fondo en las maletas hasta las fajas adosadas al cuerpo. Pero la imaginación de los narcotraficantes no conoce límites. La Guardia Civil ha localizado alijos en chupa-chups, papayas o suelas de zapatillas.En el caso de la cocaína es común que los correos la transporten almacenada en bolas en el estómago. Son los boleros, auténticas bombas de relojería: si una bola les estalla, morirían en minutos. Cada bola contiene entre seis y 50 gramos de cocaína. Pueden llegar a introducirse 80 bolas.