Protesta en Madrid por el embargo a Irak diez años después de la guerra
Diez años después de la invasión de Kuwait por las tropas iraquíes continúa el embargo impuesto por la ONU al régimen de Sadam Husein y la polémica por las consecuencias que estas sanciones tienen sobre la población civil. Carlos Varea, coordinador de la Campaña Estatal por el Levantamiento de las Sanciones a Irak, criticó ayer esta política, que "en nombre de la defensa de la seguridad y la democracia está provocando un auténtico genocidio". Una docena de activistas de esta campaña protagonizaron ayer un acto simbólico de protesta con la ocupación pacífica de la Comisión de Intercambio Cultural, Educativo y Científico entre España y EE UU en Madrid. Tras reclamar la presencia de un funcionario de la Embajada estadounidense, al que se entregó un escrito de protesta, fueron desalojados por la policía y permanecieron siete horas detenidos.El Gobierno iraquí afirma que 1.350.000 personas han muerto, la mayoría niños y ancianos, por causas achacables al embargo, que ha provocado escasez de alimentos y medicinas. Un grupo de médicos y enfermeras españoles que visitó Irak el pasado mes de marzo dentro de esta campaña constató la ausencia del material sanitario más básico y recogió en su informe un dato escalofriante: la mortalidad infantil se ha multiplicado por seis en estos últimos diez años.
Tras seis años de bloqueo total de la economía iraquí, la ONU firmó con Bagdad en 1996 un acuerdo para el programa "petróleo por alimentos" que, en la actualidad, permite a Irak exportar más de 5.000 millones de dólares de crudo cada seis meses para comprar productos de primera necesidad. Esta cantidad, aunque aliviada parcialmente por el creciente contrabando, es insuficiente para atender las necesidades del pueblo iraquí, según admite la propia Naciones Unidas. Su secretario general, Kofi Annan, ha reconocido que la actual situación plantea un "dilema moral" que hace peligrar los argumentos de la ONU, acusada de "causar sufrimiento a todo un pueblo", y que se arriesga a una derrota propagandística -"si no la ha sufrido ya"-, frente a Sadam Husein. Datos de la organización confirman que el PIB se ha reducido al nivel de 1949 y la renta per cápita, que en 1989 era de 3.508 dólares (600.000 pesetas), ha pasado a los 252 dólares (46.000 pesetas) que el programa de la ONU concede al año a cada iraquí.
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