La piedra de los fang

La picaresca y el engaño cruel no son exclusivas de los pueblos occidentales.Al principio de la década de los años cincuenta, un joven nativo camerunés de la etnia fang que habitaba cerca de la frontera con la entonces Guinea española informó, a los notables de los clanes fang del territorio, que había recibido una piedra de procedencia divina conjuntamente con un mensaje que le ordenaba sumergirla en una tinaja llena de agua, líquido que bebido actuaría como elixir curativo de todas las dolencias.

Esta buena nueva, transmitida mediante el sistema de comunicación tradicional del tambor de señales, pronto llegó a todos los confines de las tribus fang y, al cabo de pocas semanas, una importante peregrinación de nativos se encaminó a Mofú que era el lugar del milagro, para beber el agua que curaría sus dolencias y achaques previo pago, como es de suponer, al pícaro curandero.

Este hecho que pude estudiar con detalle, fue para mí una oportunidad extraordinaria para dibujar a muchos indígenas procedentes de localidades muy alejadas; se trataba, mayormente, de ancianos de ambos sexos portadores de vistosos tatuajes los cuales me habría sido imposible documentar si no hubiese sucedido este hecho tan original e insólito en aquellas latitudes.

Esta devoción duró pocos meses, paulatinamente la evidencia demostró que no mejoraban, que todo era un engaño, una estafa... cuando los ánimos de los peregrinos empezaron a encresparse el milagrero desapareció con los bolsillos llenos...

Jordi Sabater Pi es etólogo.