Francia sigue sin autorizar los vuelos del Concorde

Diez días después del accidente del Concorde las autoridades francesas siguen sin encontrar razones para autorizar de nuevo el vuelo comercial del Concorde, el único avión supersónico de pasajeros existente. "La investigación técnica progresa rápidamente, pero aún no nos proporciona respuestas a preguntas determinantes", ha dicho un portavoz del ministerio de Transportes. La decisión gala, tomada el pasado 25 de julio y bajo el impacto de la catástrofe, no puede ser rectificada hasta que "se desvanezcan todas las dudas relativas al encadenamiento de hechos" que provocaron el accidente .

De momento, la BEA (Oficina de Investigación de Accidentes) ha confirmado que, entre los elementos recogidos en la pista de despegue de Roissy, figuran trozos de deflector, es decir, de la protección metálica de los neumáticos, una pieza que se añadió a los Concordes en 1979, a raíz de que estallaran las ruedas al despegar de Washington y que tiene por misión apartar de las ruedas todo lo que pueda dañarlas. British Airways, la otra compañía que explota el avión supersónico, modificó esos deflectores en 1995, cosa que no hizo Air France, como así reconoció la compañía gala.