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De la tele al escenario

Seis actores parodian en el teatro Alfil el concurso televisivo 'Gran Hermano'

F. Javier Barroso

Votación del público

El ganador de la obra de teatro El Gran Mirón, que se representa hasta el 3 de septiembre en el teatro Alfil, también ha conseguido un título como el ganador de Gran Hermano. Así se lo dice el presentador, Giraldo Moisés, al vencedor:- Mire detrás del cuadro que ha comprado la productora en una tienda de veinte duros.

- ¡Qué ilusión! El título de agrónomos diplomado, que me permite conducir tractores. Y eso que me faltaban dos asignaturas para acabar los estudios.

- Te los han aprobado por participar en este concurso.

Ése es uno de los diálogos finales de la obra en la que seis personajes parodian la nueva experiencia televisiva de Telecinco, a lo largo de una hora y cuarto.

Los jóvenes actores (tienen entre 22 y 24 años) muestran "todo lo a la que gente le hubiera gustado ver y no pudo en la serie televisiva", según su director, Marcelino Hernando. Mucha carga de ironía, chistes que tienen un contenido sexual y una gran carga de hipocresía son los ingredientes de El Gran Mirón. Para ello siempre cuentan con el elemento sorpresa y con la participación del público (unas 250 personas por sesión) a través de la figura del presentador. "Somos unos oportunistas de cuidado, ya que antes o después iban a sacar una obra de teatro sobre el asunto. Nosotros nos hemos adelantado", explica el director del montaje.

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Los seguidores del éxito televisivo de la temporada verán ciertos paralelismos con los personajes teatrales. Al escenario suben Jaume, un catalán experto en cocina; Gonzalo, un cartero que va de intelectual; Javi, el macarra simpático que fuma porros; Alicia, la pija de Madrid, y Vania, una mallorquina simpática y sensual.

El teatro ha colocado cámaras camufladas para ver las reacciones del público.

Las variaciones también son apreciables: El Gran Mirón aumenta los participantes hasta los 18, en lugar de los 10 televisivos. Pasan en la casa 139 días, en lugar de tres meses. Los recursos de la productora teatral son menores y sólo entrega cinco millones de pesetas. Las conexiones con el exterior se hacen mediante vídeos grabados que se exhiben en tres televisores colocados en el escenario y a los lados del patio de butacas.

Al final de la obra también se hacen las nominaciones por parte de los habitantes de la casa. El público también opina. "Debería ganar el macarrilla porque es el que mejor ha desarrollado el papel", opinaba un espectador el día del estreno, el martes. Otro, por el contrario, apostaba por Jaume porque era el que iba a ahorrar más, ya que "es catalán". Una tercera espectadora daba su voto a la rubita Alicia. Le parecía "una superviviente nata".Un asistente al estreno, David Lallana, destacó la forma en que "los actores parodian el morbo que se quería ver en la serie" de Telecinco. "En la obra de teatro tampoco se ve nada, pero se deja todo indicado, de modo que el espectador se imagina todo lo que puede pasar", concluye Lallana.

Una compañera de butaca y seguidora de Gran Hermano, Arancha Gálvez, destacó el final de la obra y "la buena crítica" que se ha hecho a todo el montaje televisivo creado. "Tiene puntos muy logrados, como el que los actores vayan a cámara lenta cuando el presentador se lo pide para ver despacio como transcurren determinadas escenas", señaló Gálvez. Y es que desde que empieza la obra los espectadores no dejan de reírse. Los actores "se sienten a gusto" por poder romper con los tópicos creados por su predecesor. "Intentamos romper con todo lo que no se vio en televisión. La parodia incluye las peleas y el sexo que debió de haber entre los participantes", explicó Luis Sala, el actor que encarna al catalán Jaume. "He tenido suerte porque llevaba un año en Madrid y me han contratado en un papel en el que viene bien el acento que yo traía de mi tierra, Cataluña", confesó este actor de 24 años, que también ha trabajado en el musical El libro de la selva.

"Lo bueno de la obra es que lleva un ritmo y una dinámica que no deja que el público se aburra, porque participa mucho. Nos hemos valido mucho de la hipocresia que tenían los de la tele y de aquellas cosas que han querido tapar para que no se conocieran", comenta Susana Cortés, que interpreta la pija madrileña. "Hemos logrado no caer en el estereotipo, gracias a la provocación".

El Gran Mirón. Teatro Alfil. (calle del Pez, 10) Metro Noviciado. De martes a sábados, a las 23.30; domingos, 21.00. Entradas: 2.000 pesetas. Miércoles y domingos, día del espectador, 1.500.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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