Al menos 90 muertos en varias matanzas en aldeas de Cachemira

India y Pakistán intercambiaron ayer duras acusaciones sobre la responsabilidad de una oleada de ataques en Cachemira que ha dejado al menos 90 muertos y docenas de heridos. Las matanzas, que se produjeron en un plazo de 12 horas en al menos cinco pueblos del territorio, en la parte bajo control indio, han ensombrecido los intentos de apaciguar la zona después de que la semana pasada un grupo separatista, los Hizbul Muyaidin, declarara un alto el fuego y accediera a negociar con Nueva Delhi.

Los incidentes han reavivado la tensión entre los dos países vecinos. India culpó ayer a Pakistán de estar detrás de las matanzas y, aunque el primer ministro, Atal Behari Vajpayee, anunció su disposición a seguir negociando la paz, aseguró que su Gobierno no va a ser "intimidado por terroristas".Islamabad se defendió afirmando que India pretende sembrar la discordia entre los grupos separatistas musulmanes ahora que hay una oferta de paz sobre la mesa. El ministro de Exteriores paquistaní aseguró en un comunicado que las primeras informaciones no descartaban la posibilidad de que India esté detrás de los ataques.

Los principales grupos separatistas también negaron ayer cualquier implicación en los crímenes y acusaron a los servicios secretos indios.

La mayoría de las víctimas eran campesinos o peregrinos hindúes. La mayor matanza se produjo en Pahalgam, a unos 100 kilómetros de la capital cachemir, donde miles de personas estaban reunidas para la peregrinación anual a la cueva de Amarnath, considerada un lugar santo. Según la policía india, un grupo de guerrilleros irrumpió en una cocina comunitaria, asesinando a 22 peregrinos, seis residentes locales y dos agentes de policía. También murieron dos de los atacantes y otras 50 personas resultaron heridas en el tiroteo entre los agresores y la policía.

Horas después se produjeron sendos ataques en dos pueblos del área de Anantnag, donde fueron asesinados 26 campesinos. En ambos casos, los atacantes separaron a los hombres de sus familias y luego les dispararon. Otras 29 personas fueron asesinadas en el sur de la provincia. En Kupwara, un antiguo guerrillero separatista y cuatro miembros de su familia fueron también asesinados.

El ministro indio de Interior afirmó ayer que los dos guerrilleros muertos en Pahalgam pertenecían al grupo Lashkar-e-Taiba, con base en Pakistán. Sin embargo, esta organización, que se opone al alto el fuego de Hizbul Muyaidin y a cualquier tipo de diálogo con Nueva Delhi, negó su implicación en las matanzas, afirmando que el asesinato de civiles inocentes va contra el espíritu de su lucha.

India acusa a Pakistán de entrenar a estos grupos y empujarlos sobre la frontera para fomentar una rebelión separatista que ha dejado al menos 30.000 muertos desde su aparición hace diez años. Pakistán afirma que sólo proporciona apoyo moral y político en la "lucha del pueblo cachemir por su autodeterminación".

Por otra parte, en el norte de India han muerto al menos 150 personas en las inundaciones provocadas por las lluvias torrenciales que han desbordado el caudal del río Sutlej.