Bono anuncia que seguirá siendo presidente del Gobierno de Castilla-La Mancha

José Bono seguirá siendo presidente de Castilla-La Mancha. Tras su derrota como candidato a la secretaría general del PSOE, el jefe del Ejecutivo castellano-manchego zanjó ayer las especulaciones surgidas sobre una hipotética renuncia: "Ni hubo espantada, ni va a haber renuncia, cumpliré con mi obligación". Bono aprovechó la celebración del 7º congreso de los socialistas de Castilla-La Mancha, que iba a ser el de su despedida triunfal tras una victoria que muchos daban por segura en el congreso federal del pasado fin de semana, para dejar claras sus intenciones y despejar incógnitas sobre su futuro.

"Mi futuro es vivir con pasión el presente que han querido los castellanomanchegos que tenga y, por lo tanto, soy su presidente y trabajaré con la pasión que lo he hecho siempre en beneficio de esta tierra", precisó Bono posteriormente en declaraciones a los periodistas. Bono no se arrepiente de haber optado a la secretaría general de su partido. No quería perder, ni preveía que así fuera. Era consciente, según dijo, de que se jugaba mucho: "Estas circunstancias aprietan, pero no ahogan, y no tengo ninguna dosis de veneno interior. Estoy en paz conmigo mismo y con mis compañeros". A partir de ahí, su principal objetivo político sigue siendo "que España tenga un Gobierno del PSOE" y para conseguirlo mantendrá su apoyo más decidido, "no rutinario", al hombre que le venció por nueve votos, José Luis Rodríguez Zapatero, a quien calificó del "único timonel que debe dirigir y corregir el rumbo". Rumbo con una sola dirección, porque, según dijo, hay que afear la conducta "al que rema en dirección contraria" dentro del partido. "Parásitos y zánganos nos sobran y no podemos admitirlos. Les sobra crítica para la maledicencia y el desprestigio de este partido", subrayó Bono.

El presidente de Castilla-La Mancha aseguró que en el último congreso federal "a la derecha le ha salido el tiro por la culata, el coche que estaba en el taller ya está rodando por la pista". Por eso pidió a todos los delegados presentes en este congreso regional que trabajen para ganar al PP y no esperen a que la victoria llegue en forma de regalo, porque si no, aventuró, "podemos esperar 16 años como los laboristas ingleses o los socialdemócratas alemanes".

Siguiendo con sus reflexiones sobre la nueva etapa que se abre en el PSOE, Bono señaló que a partir de ahora el partido tiene que recuperar su papel de oposición para dejar de serlo, y seguir gobernando donde lo hace. Una labor de oposición que debe ser firme, agregó, al tiempo que se recupera "la causa" del socialismo, porque "un socialista tiene que ser un rebelde con causa, y el día que los socialistas no se rebelen dejarán de serlo".

Zapatero, en la clausura

El congreso, que contará el próximo sábado en el acto de clausura con José Luis Rodríguez Zapatero, servirá para la reelección de José María Barreda como máximo responsable regional de los socialistas en Castilla-La Mancha.La presencia de Zapatero en el congreso regional será un reconocimiento al papel jugado por Bono en el congreso federal. Una palmada en la espalda que ayer le llegó del secretario de organización, José Blanco, y del presidente de los socialistas catalanes, Pascual Maragall, que asistió a la primera jornada del congreso castellanomanchego y que quiso destacar "la generosidad" demostrada por Bono, que supo perder "con grandeza" contribuyendo así al éxito del 35 congreso socialista.

Por parte, Blanco subrayó la "talla política, el buen hacer y el compromiso con el PSOE" de Bono, y quiso dejar claro ante los 315 delegados castellano manchegos que su federación "es una pieza muy importante dentro del nuevo PSOE y el cambio impulsado en el congreso federal".

Algo que, en cambio, puso en duda el presidente del PP en la comunidad, Agustín Conde, quien afirmó en Ciudad Real que los socialistas decidieron en el 35º congreso que "el futuro era José Luis Rodríguez Zapatero y que Jose Bono era el pasado del PSOE", y "si Bono es el pasado del PSOE no puede ser el futuro de Castilla-La Mancha". Conde manifestó que, antes, el PSOE castellano-manchego se jactaba de tener "mucha importancia" en Madrid, y de que sus opiniones eran tenidas en cuenta, pero ahora está claro que "ha perdido peso interno".