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Un líder de la oposición tunecina denuncia la falta de libertades

Escasa información

Mustapha Benjaafar, secretario general del Foro Democrático para el Trabajo y las Libertades -uno de los partidos opositores en la clandestinidad de Túnez-, denunció ayer, en declaraciones a este periódico, la total falta de libertades políticas que existe en su país. Éste es el primer viaje al exterior que realiza Benjaafar desde que le devolvieron el pasaporte que le fue arrebatado en 1994, algo que, explica, sucede con frecuencia. "Túnez funciona bajo la tutela de un partido único, la Agrupación Constitucional Democrática (RCD), que lo controla todo", asegura. Benjaafar se encuentra en Madrid invitado por el PSOE, a cuyo reciente congreso asistió, y su presencia en España coincide con la del primer ministro tunecino, Mohamed Ghannuchi, que llega hoy a la capital española para entrevistarse con el presidente del Gobierno, José María Aznar.

Sin garantías de que un documento "sagrado" como el pasaporte permanezca en su poder, Benjaafar denuncia que en Túnez no se respetan los derechos fundamentales y que el Gobierno ejerce la represión contra cualquier tipo de oposición. "Hay miles de presos políticos detrás de los barrotes, la mayoría islamistas, pero los Derechos Humanos deben servir para todos", asegura, e ironiza sobre la reciente anulación de la visita de un responsable de Amnistía Internacional a Túnez, "porque como allí no se degüella a nadie y hay tan poca información sobre lo que sucede...". En Túnez, añade, "hay tantos policías como profesores de primaria y secundaria juntos; por eso, casi no se ve delincuencia".

En opinión de Benjaafar, el problema es la escasa información que hay sobre la realidad de Túnez, paliada sólo por las antenas parabólicas que captan emisiones extranjeras. "Quien lea un periódico tunecino los habrá leído todos, y por la televisión sólo se emite un discurso monolítico, no hay información sobre la oposición, ni sobre el aumento del desempleo, ni sale a la luz la corrupción del Gobierno de Ben Alí, ni nada que ruborice al poder. Cualquiera que busque algo más que una bonita playa se dará cuenta de que en Túnez no hay libertad". Benjaafar aboga por una democracia real que estableciera las condiciones "para anclarse a Europa", con la que Túnez mantiene unos "excelentes" intercambios comerciales. La democratización también reduciría, según Benjaafar, las "flagrantes paradojas" de su país, que impiden que se viva de forma "natural" y perpetúan "el clima de miedo".

El político opositor tunecino denuncia una larga lista de "sinsentidos", como que "se le pida a un empresario que invierta su capital e innove, pero que cierre el pico en lo que a política se refiere", o que la mujer tunecina goce de derechos "como la que más en el mundo árabe", pero que se le pongan "los mismos obstáculos que al hombre, para asociarse o participar en la vida política", como es el caso de la Organización de Mujeres Demócratas, sometida a un riguroso control policial.

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