Bruselas concede ayudas de 6,5 billones para las regiones españolas más pobres
La Comisión Europea aprobó ayer en su última reunión antes de las vacaciones las ayudas para las regiones españolas incluidas en el llamado Objetivo 1 durante el periodo 2000-2006. Las beneficiarias son 10 regiones, además de Ceuta y Melilla, que recibirán un total de 39.186 millones de euros (6,5 billones de pesetas) en esos siete años, lo cual permitirá la creación de 220.000 empleos. El Objetivo 1 corresponde a zonas cuya renta per cápita es inferior al 75% de la media comunitaria. La suma representa cerca de un 6% más que el anterior periodo.
Andalucía, con 11.951 millones de euros (1,98 billones de pesetas), será la región que mayor contribución percibirá, seguida de Galicia, con 5.407 millones de euros (899.649 millones de pesetas), y Castilla-León, con 4.702 millones de euros (782.486 millones de pesetas).Las otras beneficiarias son: Comunidad Valenciana (4.388 millones de euros, 730.101 millones de pesetas); Castilla León (4.702 millones de euros, 782.346 millones de pesetas); Castilla-La Mancha (3.134 millones de euros, 521.453 millones de pesetas); Extremadura (3.095 millones de euros, 514.964 millones de pesetas); Canarias (2.743 millones de euros, 456.396 millones de pesetas); Asturias (1.841 millones de euros, 306.316 millones de pesetas); Murcia (1.685 millones de euros, 280.360 millones de pesetas); Ceuta (117 millones de euros, 19.467 millones de pesetas) y Melilla (117 millones de euros).
Con arreglo a lo dispuesto en los nuevos reglamentos comunitarios sobre Fondos Estructurales, de los que España continúa siendo el mayor receptor, compete a la Comisión la selección de las regiones Objetivo 1, así como de las que se acogerán a una ayuda transitoria. A partir de 2000, Cantabria podrá acogerse a una ayuda transitoria decreciente que dejará de otorgarse al término del año 2006. Actualmente es de 362 millones de euros (60.231 millones de pesetas).
Tras la determinación por parte de la Comisión de las regiones incluidas en el objetivo, España contó con un plazo de cuatro meses para remitir su plan de desarrollo, basado en las prioridades nacionales y regionales, así como en las orientaciones de Bruselas.
Michel Barnier, comisario de Política Regional, destacó ayer los progresos en infraestructuras realizados por las regiones beneficiadas. Sin embargo, hizo hincapié en que, a pesar de que España se ha acercado a la media europea, persisten e incluso se han agravado algunas disparidades interregionales. La estrategia del nuevo periodo se apoya en ocho prioridades:
- Aumento de la competitividad y desarrollo del entramado productivo, con especial atención a las pequeñas y medianas de empresas.
- Sociedad del conocimiento (innovación y sociedad de la información). La ayuda se destinará especialmente al comercio electrónico.
- Medio ambiente, entorno natural y recursos hídricos. Gestión de residuos, saneamiento y depuración de aguas residuales y gestión integrada mediante cuencas de recursos hídricos.
- Desarrollo de los recursos humanos, empleo e igualdad de oportunidades. Reinserción de desempleados y empleo femenino.
- Desarrollo local y urbano. Promover la integración social y favorecer sinergias entre espacios rurales y urbanos.
- Redes de transporte y energía. Se dará prioridad a la mejora de las redes de transportes inter e intrarregionales, con especial atención a las redes transeuropeas.
- Agricultura y desarrollo rural. Contribuir al desarrollo de la diversificación económica del mundo rural.
- Pesca y agricultura. El objetivo es reducir la capacidad de algunos segmentos de la flota pesquera y diversificar las economías de las zonas más dependientes de la pesca.
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