Un grupo de gitanos, en la calle y sin casa
Un grupo de entre 15 y 20 personas de etnia gitana llevan dos noches durmiendo al raso en Cornellà después de que una orden judicial los desalojara de las casas en las que residían porque amenazan ruina. El resto de afectados por el desalojo, hasta una cincuentena, han sido alojados en pensiones y pisos de alquiler. La pesadilla se inició en la noche de Sant Joan, cuando la fiesta se transformó, en un abrir y cerrar de ojos, en desesperación por culpa de un incendio que se propagó por las cuatro viviendas de la calle de Solé y Cortada, una calle fuera de toda ordenación urbanística. Los bomberos sofocaron las llamas con rapidez, pero su informe puso en evidencia que las viviendas eran inhabitables y corrían peligro de derrumbe. El grupo que duerme en la calle rechazó dormir en la pensión que les buscó el consistorio. Piensan seguir durmiendo en la calle, con colchones en el suelo, hasta que les den lo que piden: una casa.
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