El Parlamento yugoslavo abre la vía para perpetuar a Milosevic
El Parlamento yugoslavo aprobó ayer en Belgrado las modificaciones de la Ley Electoral que dejan abierto el camino para que el presidente, Slobodan Milosevic, se perpetúe en el poder.La nueva ley introduce por vez primera en Yugoslavia el sufragio universal para la elección de presidente. Al mismo tiempo, autoriza a Milosevic, cuyo mandato actual de cuatro años concluye en julio de 2001, a presentarse a un nuevo mandato y se autoriza su reelección.
Con esta reforma, Milosevic, acusado de crímenes de guerra por el Tribunal Penal de La Haya, trata de asegurarse la permanencia en el cargo de presidente de Yugoslavia y evitar así comparecer ante la justicia. La oposición serbia teme que el régimen convoque este otoño elecciones a todos los niveles, municipales y legislativas, y que a éstas se añada la presidencial. Políticos occidentales reaccionaron con dureza ante los planes de Belgrado de reformar la ley electoral. El canciller alemán, el socialdemócrata Gerhard Schröder, declaró en Tokio días atrás que la reforma de la Ley Electoral yugoslava se asemeja a la ley que otorgó plenos poderes a Adolfo Hitler.
La reforma aprobada ayer excluye al Parlamento federal del mecanismo de elección presidencial. Esto supone un atropello a los derechos de Montenegro, la república menor de la Federación Yugoslava. El presidente de Montenegro, el prooccidental Milo Djukanovic, visita hoy París, donde se entrevistará con el ministro de Asuntos Exteriores francés, Hubert Védrine.
Francia ejerce la presidencia de la Unión Europea y la diplomacia francesa trata de que Montenegro mantenga la calma ante las provocaciones serbias. Montenegro juega con la baza de convocar un referéndum para romper de forma definitiva los lazos que todavía le mantienen en Yugoslavia federado con Serbia.
El Ejército yugoslavo cerró ayer la frontera entre Montenegro y Albania, abierta hace seis meses. Fuentes gubernamentales albanesas informan de que las fuerzas yugoslavas impiden el acceso a los albaneses con el argumento de que carecen de visado. Montenegro no exige visados a los albaneses.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.