El ministro de Sanidad saharaui pide en Alicante a la comunidad internacional "firmeza" ante Marruecos

La paciencia del pueblo saharaui no es indefinida, y está ligada a una actitud "fuerte y vigorosa" de la comunidad internacional frente a las presiones que ejerce Marruecos para impedir la celebración del referéndum que decidirá el futuro de la ex colonia española. El ministro de Sanidad de la República Saharaui, Omar Mansur, aprovechó ayer su estancia en Alicante para someterse a una intervención de cirugía refractiva en el Instituto Oftalmológico, para lanzar un llamamiento a los gobiernos europeos y la ONU para que no se dejen "chantajear" por Marruecos y exijan la celebración de la consulta popular por la autodeterminación de su pueblo. "La mayor ayuda que se le puede hacer a Marruecos no es condonar su deuda ni ceder al chantaje de las pateras, las drogas y las licencias de pesca, sino exigirle un respeto al plan de paz de Naciones Unidas para el Sáhara Occidental, con el que se ahorraría los 1.000 millones de dólares que cada año invierte en esta guerra impopular, que le servirían para crear muchos puestos de trabajo y construir escuelas y hospitales", señaló el ministro.

Omar Mansur mantiene la opinión de que los gobiernos occidentales no presionan al rey de Marruecos con el conflicto del Sáhara para que pueda sacar adelante la transición política en su país, "pero con sus acrobacias para impedir el referéndum empuja al pueblo saharaui al extremismo y la violencia, alejándolo del proceso de paz que asumimos todos menos ellos". "No podemos caer en la trampa", concluyó Mansur, "de caer en una situación incontrolable por querer evitar la violencia".