El PSOE se propone modernizar su programa para hacerlo atractivo "también a las clases medias"
El PSOE admite en la ponencia política que aprobó el congreso la necesidad de modernizar su programa para adaptarse a una realidad "que cambia a ritmo de vértigo" y elaborar un proyecto "atractivo también para las clases medias". Aunque oculto en un segundo plano debido a la pugna del liderazgo, los socialistas españoles han fijado su posición en el debate internacional sobre el socialismo y se han situado en el polo renovador abanderado por Tony Blair y Gerhard Schröder. La enmienda a la totalidad que defendía los postulados de la izquierda clásica no llegó al pleno por falta de apoyos.
A pesar de que el PSOE se situó de facto en los últimos años alineado en la línea renovadora de la socialdemocracia, las recientes elecciones generales alteraron súbitamente esta tendencia: con su pacto electoral con Izquierda Unida (IU), los socialistas españoles parecieron arrimarse al modelo francés, donde el Partido Socialista gobierna en coalición con los comunistas y él mismo defiende posiciones de izquierda más clásica.No obstante, el congreso del PSOE que ayer concluyó volvió a situar al partido en la vía renovadora. El dictamen de la comisión segunda del cónclave, avalado posteriormente por el pleno, hace continuas referencias a la necesidad de los socialistas de adaptar su mensaje a la sociedad del siglo XXI, aunque sin renunciar a los principios básicos del partido.
"Si la realidad cambia a velocidad de vértigo, repetir el mismo discurso, ofrecer las mismas recetas, es una temeridad", se sostiene en la ponencia aprobada. El texto parte de la base de que el espectacular avance de las tecnologías provoca que la sociedad "cambie a ritmo de vértigo" y admite que el PSOE debe modernizarse para dar respuesta a esta "nueva realidad".
Según la ponencia aprobada, los cambios afectan también a la estructura misma de la sociedad, que ya fue transformada por la acción de los 13 años de gobierno del PSOE. Por todo ello, el documento aboga por adoptar un "proyecto moderno" que vuelva a conectar con la "mayoría de la ciudadanía" y que, en consecuencia, resulte "atractivo también para las clases medias que se posicionan mayoritariamente en favor de la cohesión social y los valores democráticos".
La elección de José Luis Rodríguez Zapatero como secretario general del PSOE supone también un espaldarazo a la opción modernizadora. El propio nombre de su candidatura, Nueva Vía, es una mezcla entre el nuevo centro que acuñó Schröder y la tercera vía que enarbola Blair. Ayer, en su primera conferencia de prensa como secretario general, Rodríguez Zapatero subrayó que una de sus prioridades será la "modernización en toda regla del partido".
Los planteamientos tradicionales del socialismo fueron ampliamente derrotados en el congreso. Matilde Fernández, que se presentó a los delegados como la opción de izquierda clásica, se quedó en el 10% de apoyo. Y la enmienda a la totalidad a la ponencia marco presentada por los guerristas no llegó a discutirse en el pleno porque no logró, aunque por muy poco, el apoyo necesario en la comisión.
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