Las trifulcas de McEnroe
John McEnroe, el capitán del equipo de Estados Unidos, estuvo a punto de liarla dentro y fuera de la pista en Santander. El sábado por la noche tuvo que ser frenado por sus guardaespaldas cuando se enfrentó a un grupo de jóvenes que le hicieron un corte de mangas al cruzarse con él en una céntrica plaza de la capital cántabra. Big Mac pareció dispuesto a agredirles, y eso le costó que le lanzaran varios objetos que por muy poco no llegaron a alcanzarle.Sin embargo, más grave que esto fue siempre su actitud en la pista. Incluso entre los componentes de su equipo se comportó como si la estrella fuera él. Dejó en el aire hasta el último momento su participación en el doble, mostrando un desprecio importante por los cuatro jugadores que él mismo había seleccionado. Y fue necesario que públicamente Todd Martin, primer jugador estadounidense en Santander, le pusiera en su sitio. En varios partidos, McEnroe esquivó a Javier Duarte, el capitán español, para no tener que ofrecerle su mano en la conclusión. Durante la eliminatoria, saltó en varias ocasiones para protestar algunas decisiones arbitrales, y se quejó, tras el doble, de que el banquillo español excitaba al público, y de que se había regado la pista dos veces tras el cuarto set cuando esto no había sido acordado previamente.
Javier Duarte puso la guinda al espectáculo que McEnroe ha dado toda la semana, con unas palabras que no tienen desperdicio: "Está muy bien ser protagonista cuando se es el número uno del mundo o se están ganando los torneos de seniors. Pero para ser capitán de Copa Davis hay que amoldarse a los jugadores. Si esto le supone rebajarse, es mejor que lo deje. Está escocido por lo que le han hecho Sampras y Agassi. Y lo pagan los demás".
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